El principio de no discriminación en la Convención europea de los derechos del hombre

INTRODUCCIÓN La lucha contra las diversidades y las discriminaciones constituye un imperativo jurídico y una obligación moral para todos nuestros Estados. Esto parece particularmente verdadero en el contexto actual, en el cual las discriminaciones fundadas, por ejemplo, sobre la raza, el sexo, la incapacidad o las tendencias sexuales resultan frecuentes. Los derechos y las oportunidades de las minorías étnicas, culturales, religiosas y económicas son amenazadas cada día más y reaparecen con fuerza las voces de la discriminación, dictadas por sentimientos destructivos como el miedo y el prejuicio. Es necesario propugnar el reconocimiento y el respeto de las diversidades personales y culturales considerándolas una riqueza, afirmar la libertad de ideas y creencias y reclamar igualdad de derechos pero también, y sobre todo, idénticas oportunidades para todos. No se pueden aceptar ideas que hablan de gente que sirve como mano de obra a bajo costo, de edad en que la gente no sabe que cosa quiere, de supremacía cultural, etc. Conceptos de este tipo no crean otra cosa que abismos de división entre seres humanos. Condición necesaria para la supervivencia de la humanidad ya que permita realizar el diálogo entre las culturas y corrientes diversas, sobre la base del respeto recíproco y de la igualdad de los derechos y de las oportunidades, es la tolerancia activa. Esta se expresa en la actitud atenta y respetuosa de una persona, de un grupo, de una institución o de una sociedad. Se manifiesta con el deseo de 2