7
diseæar la situaci n real de la ciudad. Se describe la historia, los atractivos de la
ciudad, las conexiones con el exterior, la movilidad urbana, el patrimonio
inmobiliario, los intereses econ micos, el poder po l tico, los estilos de consumo, la
burocracia y las problemas sociales y ambientales emergentes.
La segunda parte, necesariamente mÆs creativa, traza un cuadro de posibles
intervenciones profundizando en algunas de las estrategias que podr an ser
cruciales para el futuro de La Paz y de la regi n s udcaliforniana.
La pretensi n de este trabajo ha sido la de aprende r y experimentar mØtodos y
tØcnicas para conocer e interpretar la realidad urbana, entendiØndola como un
complejo de relaciones sociales y econ micas en un espacio territorial constituido
por elementos f sicos y abstractos.
El documento no representa y no quiere representar una verdad absoluta sino una
interpretaci n de la realidad que se agrega a las e xistentes. Tal vez esta
interpretaci n, aunque incompleta y provisional, pu ede contribuir al
enriquecimiento del debate pœblico con el fin œltimo de aportar mejor as a la
realidad misma.
8
1. HISTORIA
En el aæo 15351 HernÆn CortØs intent establecer el primero asentamiento
europeo en La Paz y aprovechar de la presencia de perlas pero abandon la
empresa a causa de las hostilidades de los ind genas y por la escasez de agua y
de alimentos. Al final del 1500 cuando holandeses e ingleses compet an contra la
hegemon a mar tima espaæola, la bah a de La Paz en aquel tiempo llamada
Bah a de Santa Cruz fue base y refugio de los pir atas que asaltaban los
galeones espaæoles que recorr an la ruta Manila-Acapulco.
TambiØn Sebatian Vizaca no en 1596, financiado por los espaæoles, intent
establecerse en el Ærea al fin de limitar las incursiones de los norte-europeos pero
no tuvo suceso por las mismas razones del fracaso de Cortes2.
Solamente en 1720 los Jesuitas3 lograron establecerse en el Ærea venciendo las
dif ciles condiciones climÆticas, aunque solo 28 aæos despuØs (1748) tuvieron que
trasladar la misi n a Todos Santos a causa de epide mias y de los conflictos con
los habitantes originarios4. Los Jesuitas a pesar de su altruista actitud y de sus
enseæamientos en agricultura y artesan a no pudieron parar los microbios venc an
las defensas naturales de los indios.5
En 1767 la corona espaæola de Carlos III decret la orden de expulsi n de los
Jesuitas en todas sus colonias porque las misiones hab an acumulado demasiado
poder y riqueza. En lugar de los Jesuitas llegaron los Franciscanos los cuales
cerraron muchas de las misiones para mover el interØs hacia el norte de California.
En 1773 llegaron los Dominicanos y se quedaron hasta despuØs la independencia
cuando las misiones fueron convertidas en iglesias parroquiales.
En siglo 18 se desarrollo el comparto minero sobre todo en los pueblos de El
Triunfo y San Antonio. El œltimo lleg a hospedar 10 mil habitantes en el momento
de mÆximo esplendor de las minas de oro y argento en la mitad del 1700. El
Triunfo en la secunda parte del siglo 19 reforz la extracci n pero el boom minero
se termin al final del siglo.
La definitiva fundaci n de La Paz vino a verificars e en el aæo 1811, cuando lleg el
soldado JosØ Espinoza, de la guarnici n del mineral de San Antonio, a quien en
gracia de sus servicios se concedi el sitio que oc upa la ciudad a cambio de
1
H. CortØs desembarc por la primera vez en 1533.
2
Vernon Edward W., Las Misiones Antiguas The Spanish Missions of Baj a California. California
Mission Studies Associacion, Hong Kong, 2002.
3
La primera misi n en Las California fue establecid a a 20 norte de Loreto por Padre Eusebio
Francisco Kino originario de la Val di Non, Trentino, Italia. El mismo intent de colonizar La Paz en
1683 pero sin suceso. La Misi n Nuestra Seæora del Pilar de la Paz, Airap fue fundada en 1720
por los Padres Juan de Ugarte, S.J. y Jaime Bravo, S.J.
4
Se estima que antes de la llegada de los espaæoles viv an en Baja California unos 40-50.000
ind genas pertenecientes principalmente a 4 grupos ling sticos: Yuman, Cochim , Guaycura y
Pericœ. Los ind genas viv an en grupos n madas de 30 a 80 individuos y practicaban caza, pesca y
recogida de vegetales. En el aæo de la expulsi n de los Jesuitas en 1768 sobrevivieron solamente
memos de 7.000 ind genas para despuØs desaparecer totalmente en los siguientes aæos.
5
Vernon E. W., Las Misiones Antiguas, 2002.
9
algunas obligaciones, entre otras, la de promover cultivos para6 el auxilio de los
buques que arribaran en busca de vituallas.
En 1821 MØxico obtuvo la independencia del Reino de Espaæa y en 1824 Baja
California fue decretada territorio federal. En 1830 La Paz, despuØs que un
huracano arrastr Loreto, fue nombrada capital de L as Californias.
Durante la guerra entre MØxico y EUA (1846-48) hubo conflictos en Baja tambiØn.
En esta ocasi n los mexicanos combatieron fieros y orgullosos. Baja California fue
la œnica porci n del pa s que resisti la intervenc i n norteamericana dos meses
despuØs de haberse firmado el tratado de rendici n. Con el Tratado de Guadalupe
Hidalgo (1853), MØxico dej Nuevo MØxico y California a EUA pero mantuvo la
soberan a sobre Baja California.7
En el per odo despuØs del 1880 bajo el autocrÆtico gobierno de Porfirio D az
fueron estimuladas inversiones de EEUU y de Europa. En particular se desarroll
es sector minero (San Antonio y El Triunfo), la construcci n de carreteras y las
concesiones a inversionistas extranjeros.8
La Revoluci n de 1910 que afect profundamente a to do el pa s, tom un curso
diferente en Baja California. Intensamente violenta en el macizo, la sublevaci n
maderista apareci en forma evolutiva en la pen nsu la, pues sus habitantes, en
general ni muy porfiristas ni antiporfiristas, esperaban, como en casos anteriores,
un cambio pac fico de gobierno. Por ello el levantamiento de por s no marc un
periodo revolucionario, sino la importaci n de elem entos antirrevolucionarios, o
mejor dicho, antievolutivos.9
En 1938 con la elecci n de Presidente LÆzaro CÆrdenas fueron ejecutadas
reformas radicales. El institu algunas reformas en la educaci n y en la agricultura
para reducir la dependencia de MØjico de EEUU. En particular introdujo el ejido, un
sistema cooperativo de propiedad de la tierra, y la expropiaci n de inversionistas
extranjeros.10
La revoluci n y su reformas ralentaron el desarroll o econ mico de MØjico y de La
Paz en particular. El ejemplo mÆs enigmÆtico fue la destrucci n de las
instalaciones de cultivos de la concha de madre perla de Gast n Vives (el cual fue
tambiØn presidente municipal por muchos aæos). Sus enemigos pol ticos
destruyeron las instalaciones del primero hombre en el mundo en dominar el
cultivo extensivo y masivo de la madreperla con efecto negativo directo en las
oportunidades de desarrollo de la ciudad.11
DespuØs de la introducci n del primer trasbordador en La Paz en 1964 (operante
en Pichilingue), en 1973 fue terminada la construcci n de la carretera
transpeninsular que conect por tierra la parte Nor te y Sur de Baja California.
6
Mar nez L. Pablo, Las Cinco Fundaciones de La Paz, BCS. La Paz, BCS, 1984.
7
Schulte-Peevers A., Peevers D., Matter M., Long S., Baja California. Lonely Planet, 2001
8
Ibidem
9
Mathes Miguel, Baja California Textos de su historia , tomo I. Instituto de Investigaciones Dr.
JosØ Mar a Luis Mora, SEP/Programa Cultural de las Fronteras, Gobierno del Estado de Baja
California. MØxico D.F., 1988.
10
Schulte-Peevers A. etc, Baja California. Lonely Planet, 2001
11
Cariæo Olvera Micheline, El porvenir de la Baja California estÆ en sus Mares. Vida y Legado de
don Gast n Vives, el Prior Maricultor de AmØrica. Congreso del Estado de Baja California Sur. La
Paz, BCS, 1998. (de Trasvina Taylor, ¿QuØ desea saber?)
10
Finalmente en 1974, despuØs que en 1888 Baja California fu dividida en dos
Distritos Federales (Norte y Sur), Baja California Sur se convirti de Territorio en
Estado Libre y Soberano y en 1975 fue promulgada la Constituci n Pol tica del
estado.12
12
Trasvina Taylor Armando, ¿QuØ desea saber? Baja California Sur En el ingreso al nuevo
milenio. Ediciones Sudcalifornianas, La Paz, 1999.
11
2. ATRACTIVOS
Mientras Los Cabos es un destino tur stico de masa con campos de golf y
estructuras lujosas y con un clima ideal para poder acoger viajeros por todo el aæo,
diferentemente, La Paz es percibida por los turistas como un lugar mÆs tranquilo y
con peculiaridades y rasgos mÆs conectados con la identidad mexicana del
interior.13
La ciudad estÆ ubicada unos kil metros al norte del Tr pico de CÆncer y es
baæada por las aguas del Mar de CortØs o Golfo de California. El Ærea alrededor
de la ciudad es desØrtica, con un clima cÆlido en el verano con vientos
refrescantes por la tarde y fresco-templado en el invierno. Llueve muy pocos d as
al aæo y las condiciones climÆticas son favorables por el turismo y la pesca. En el
territorio municipal se diferencian la Sierra de la Laguna con un clima mÆs hœmedo
y fresco y el oasis de Todos Santos sobre la costa pacifica.14
La verdadera atracci n por los turistas es la belle za del Mar de Cortez. El fondo
marino presenta caracter sticas œnicas: valles, caæones submarinos y abismos de
mÆs de 3 mil metros de profundidad. La fauna marina cuenta mÆs del 80% de las
especies del Pac fico y el 35% de las especies del mundo: numerosas tipolog as
de crustÆceos, moluscos, equinodermos, caracoles y peces. Por estos rasgos el
Golfo de California fue bautizado por el bi logo y explorador Jacques Cousteau
como el acuario mÆs grande del mundo.
Uno de los destinos mÆs importantes alrededor de la ciudad es ciertamente la Isla
Esp ritu Santo. La isla donde se destaca la presencia de una colonia de leones
marinos es un para so natural de 99 km† donde se pueden practicar todas las
actividades marinas. La posibilidad de campar en la isla permite de disfrutar los
d as visitando las playas de arena blanca y las rojas volcÆnicas que asumen
coloraciones lunares en el atardecer. La isla, clasificada tambiØn por la UNESCO,
ha sido decretada Parque Nacional por el gobierno federal.
En el per odo invernal, particularmente en los meses de enero y febrero, las
ballenas terminan su ruta desde Alaska llegando a los litorales de Baja California.
En este per odo se pueden mirar las ballenas grises, animales que miden hasta 15
metros de longitud, los cuales han alcanzado niveles estables y ya no se
consideran en peligro de extinci n. TambiØn hay otras especies de ballenas como
la azul y la jorobada, ademÆs que orcas, delfines, lobos marinos, tiburones (entre
los cuales el tibur n ballena y el tibur n martillo ), mantarrayas y tortugas
marinas.15
13
Palmerlee Danny, Baja & Los Cabos. Lonely Planet, 2005.
14
Un estudio interesante sobre las caracter sticas de la naturaleza, la historia y la sociedad de Baja
California es aquel de Joseph Word Krutch (1893-1970) un critico literario y autor de escritos sobre
el norte de MØjico:
- Krutch J.W., The Forgotten Peninsula A naturalist in Baja Cali fornia. Foreword by Ann Zwinger.
The University of Arizona Press, Tucson, 1961.
15
Thomson D.A., Lloyd T.F., Kerstitch A.N., Reef Fishes of the Sea of Cortez The Rockly-Shore
Fishes of the Gulf of California. The University of Texas Press, Austin, 2000.
12
La pesca es una actividad muy atractiva por los turistas. La limpieza del agua y la
transparencia de los fondos marinos permiten de ejercitar la pesca en apnea. Por
la pesca deportiva existe una gran variedad de prestadores de servicios con
embarcaciones completamente equipadas para cazar una gran variedad de peces:
marlin, cabrilla, atœn, pargo, pez gallo, dorado y rayas los cuales se nutren de las
grandes cantidades de sardinas, anchoas, arengas y plankton. Los operadores
tur sticos ofrecen tambiØn paquetes con actividades como kayak, avistamiento de
ballenas, buceo, windsurf, kitesurf, surf y veleo.16
El Ærea terrestre entre el OcØano Pac fico y el Mar de CortØs presenta una
densidad de vegetaci n muy baja y sin forestas pero las condiciones de aridez han
permitido el desarrollo numerosas plantas y una fauna œnicas en su genero. Por
esta raz n Baja California es un jard n desØrtico de extrema belleza donde por
ejemplo se pueden encontrar mÆs de 100 especies de cactus.17 TambiØn las
caracter sticas geol gicas son peculiares y atracti vas.18
AdemÆs que los establecimientos de las misiones existen numerosas evidencias
de las costumbres y tradiciones de los hombres del paleol tico. Baja California
posee la zona arqueol gica mÆs extensa e importante de pinturas rupestres en el
mundo. Existen pinturas en lugares a lo largo de toda la pen nsula: Sierra de San
Francisco, Sierra de Guadalupe, Sierra de San Juan, Sierra de San Borja.19 En
particular en el Ærea alrededor de La Paz existen pinturas20 en Los Tamales, Los
Tejones, San Bartola, Boca del Alamo y en el predio de la Cacachila, en la sierra
que domina Bah a de La Ventana.
A nivel urbano, la atractiva mÆs impactante a los ojos del turista es
indudablemente el malec n. Se trata de un paseo ado quinado a la orilla del mar
que parte desde la Marina La Paz (a sur), pasa por el muelle tur stico, el muelle de
la Reina21, el kiosco, Marina Palmira, el tradicional balneario El Coromuel, playa La
Conchas y llega hasta Marina Costa Baja. A largo del paseo hay estatuas donadas
16
- Morrison Wilbur H., The Adventure Guide to Baja California. Hunter Publishing Inc, Singapore,
1990.
- Peterson Walt, The Baja Adventure Book A where-to, how-to guide to one of the most
fascinating places on earth. Wilderness Press, Berkeley, California, 2000. (First edition 1987)
- Williams Jack, Patty and Barbara, Baja California - The Magnificent Peninsula The
comprehensive Guidebook to Mexico·s. H.J. Williams Publications, Redding, California, 7th edition,
2001.
17
- Cornejo D., Lindsay G., McTaggart-Cowan I., Baja California. Edited by Lisa and Sven-Olof
Lindablad, Rizzoli, New York, 1987.
- Montœfar L pez Aurora, Estudios palinoecol gicos en Baja California Sur y su possible relaci n
con los grupos cazadores-recolectores de la regi n . INAH (Instituto Nacional de Antropolog a e
Historia), MØjico DF, 1994.
18
Minch John, Edwin and Jason, Roadside Geology and Biology of Baja California . John Minch
and Associates, Mission Viejo, California, 1998.
19
Crosby Harry W., The Cave Paintings of Baja California Discovering the Great Murals of an
Unknown People. INAH (Instituto Nacional de Antropolog a e Historia), Sunbelt Publications Inc,
1997. (Primera edici n 1975).
En el Ærea municipal de La Paz hay pinturas en el predio de la Cacachila, en la sierra que domina
La Ventana, unos 50 km a sur de la ciudad.
20
Trasvina Taylor A., ¿QuØ desea saber, 1999.
21
El muelle es intitulado a la reina Elizabeth II, porque la misma vino a La Paz para conocer la
origen de la grande perla que adorna la corona de Inglaterra.
13
por varios personajes, las cuales representan simb licamente algunas
caracter sticas del territorio local.
En direcci n norte, acabado el Malecon, la carreter a conduce a la playa del
Tesoro, al Puerto de Pichilingue y a Balandra. La playa de Balandra es un
complejo de pequeæas bah as de arena blanca, manglares y formaciones rocosas
de origen volcÆnicas. En particular el Hongo de Balandra , una roca modelada por
la erosi n, es la imagen s mbolo del paisaje sudcal iforniano.
Entre los museos se diferencian los que valorizan los ecosistemas marinos y
desØrticos del Ærea. El Serpentario que contiene una colecci n de reptiles,
iguanas, tortugas, serpientes, arÆcnidos y otros animales de la fauna desØrtica. El
Museo Comunitario de la Ballena que presenta las caracter sticas de los
mam feros marinos. Finalmente el Museo Regional de Antropolog a e Historia que
centra su atenci n en la vida de las poblaciones pr ecolombinas en Baja California.
Entre los acontecimientos programados sin duda el mÆs relevante es el Carnaval
de La Paz.
El centro hist rico cuenta bÆsicamente con siete patrimonios de valor: la Catedral
de Nuestra Seæora de La Paz que se inici a construir en 1861 y se localiza frente
al Jard n Velasco; el Palacio Municipal construido con piedra cantera y madera a
principios del siglo XX para celebrar el primer centenario de la independencia de
MØxico; el Antiguo Palacio de Gobierno del 1880, reconstruido en el aæo 1981; el
Comercio La Perla de La Paz edificado a partir de 1860 (ahora, en consecuencia
de un incendio, queda solo la fachada) por el seæor de origen italiana Antonio
Ruffo Santa Cruz por ubicar su tienda de abarrotes, ropa, telas, ferreter a y
panader a; el Muelle Fiscal (ahora muelle tur stico) y la Torre del Vig a (1860 y
principio del siglo XX); el Antiguo Hospital Juan Maria de Salvatierra inaugurado
en 1890 en honor del sacerdote jesuita quien fund la Mision de Loreto, ahora
sede de la Casa de la Cultura del Estado; y finalmente el Jard n Velasco colocado
en 1876 entre la catedral y el antiguo Palacio de Gobierno.
Recientemente se estÆ planeando y incentivando el desarrollo integrado de una
oferta de servicios al turista que se conecte tambiØn en el interior del territorio.
Esta tipolog a de desarrollo tur stico se plantea sobre los lineamientos del turismo
alternativo en sus diferentes acepciones: turismo de aventura, eco-turismo y
turismo rural. Entre las actividades figuran: senderismo, escalada en roca,
caæonismo, ciclismo de montaæa, rappel, cabalgada, paracaidismo, vuelo en
parapente, vuelo en ala delta, vuelo in globo, vuelo extra ligero, talleres de
educaci n ambiental, observaci n de ecosistemas (fl ora y fauna), observaci n de
f siles, geol gica y sideral, safari fotogrÆfico, programa de rescate de flora y
fauna, proyectos de investigaci n biol gica, etnotu rismo, agroturismo, talleres
gastron micos, vivencias m sticas, aprendizaje de d ialectos, eco arqueolog a,
preparaci n y uso de medicina tradicional, talleres artesanales, fotogrÆfia rural,
etc.
Un cuadro interesante de clasificaci n de atractivo s tur sticos segœn la
metodolog a de Boullon22 (Planificaci n del Espacio Tur stico , 1998) distingue el
22
Por cada micro Ærea se clasifica los siguientes atractivos: 1) sitios naturales; 2) museos y
manifestaciones culturales; 3) folklore; 4) realizaciones tØcnicas, cient ficas o art sticas
contemporÆneas; 5) acontecimientos programados.
14
Ærea municipal en microregiones: Los Dolores, Pacifco Central-La Paz, La Paz
Conurbada, Pacifico Sur, Sureste de La Paz, y Este de Todos Santos.23
23
Potencialidades de desarrollo tur stico para el municipio de La Paz por micro-regiones , agosto
2006. H. XII Ayuntamiento de La Paz.
15
Esquema Ærea centro hist rico
Fuente: Datos, cifras y mapas. Cuaderno de Informaci n muni cipal 2007, La Paz. Por CIM pg 38
de 410 file.pdf
16
Mapa detallado centro hist rico
Fuente: Datos, cifras y mapas. Cuaderno de Informaci n mun icipal 2007, La Paz. Por CIM pg 39
de 410 file.pdf
17
3. CRECIMIENTO URBANO
La ciudad ha crecido con ritmos muy elevados en los œltimos decenios, un
fen meno que ha sido poco controlado por las instit uciones pœblicas. En
comparaci n con ciudades de la pen nsula como Tijua na y Los Cabos, no existen
graves situaciones de desorden urbano pero se estÆn evidenciando algunos
problemas que podrÆn afectar negativamente los equil brios sociales, econ micos
y ambientales en los aæos futuros.
En los œltimos aæos la evoluci n demogrÆfica ha sido acelerada. De acuerdo al XII
Censo General de Poblaci n y Vivienda 2000 efectuad o por el INEGI, la poblaci n
total del municipio es de 196,907 habitantes, de los cuales 98,813 son hombres y
98,094 son mujeres. En el 2000 la poblaci n total d el municipio representaba el
46.43 por ciento, con relaci n a la poblaci n total del estado.24
De acuerdo a los resultados que presenta el II Conteo de Poblaci n y Vivienda del
2005, el municipio contaba en aquel aæo con un total de 219,596 habitantes,
60,000 de los cuales con una edad inferior de 14 aæos.
Area urbana de La Paz Evoluci n demogrÆfica
Aæo Poblaci n Censal
1950 17,513
1960 29,149
1970 51,521
1980 130,427
1990 160,970
2000 196,907
2005 219,596
Fuente: La poblaci n de los municipios de
MØxico 1950-1990, CONAPO, 1994.
Fuente: Datos, cifras y mapas. La Paz. Por CIM pg
20 de 410 file.pdf
El Ærea urbana se ha extendido con ndices aun mÆs acentuados que el
crecimiento de la poblaci n, ocupando Æreas muy vastas hacia sur25 y en menor
24
Enciclopedia de los Municipios de MØxico, BAJA CALIFORNIA SUR: La Paz. http://www.e-
local.gob.mx/work/templates/enciclo/bajasur/municipios/03003a.htm
25
Para comprender los cambios cualitativos en la ciudad y en el Ærea suburbana que el crecimiento
ha determinado el los œltimos aæos es fundamental enterarse de la percepci n directa de los
moradores locales:
Estracto de La Paz: ImÆgenes, Cr nicas y Tradiciones Paceæas, Centro Informaci n Municipal &
Centro de Documentaci n de Historia Econ mica y Pol tica de Baja California Sur en la
Universidad Aut noma de Baja California Sur (UABCS) , 2006) :
hasta la casa del subdelegado de El Calandrio: Jo sØ Mar a Agœndez AvilØs.
El Calandrio vino siendo como la vÆlvula de escape para todos aquellos ordenadores de la urbe
que se pudieron sentir en aprietos. En vista de que la mancha empez a ensancharse mÆs allÆ de
18
la velocidad de esos fraccionamientos express que se caracterizan, ahora, por una colectividad
dirigida -y que valga decir explotaron por sobre las comunidades que eran mÆs parecidas a las
rancher as sudcalifornianas-, pues todo el crecimiento se encamino para esa parte sur de la
ciudad.
Las primeras casitas que nosotros conocimos aqu fue la de don Arcadio GonzÆlez, estaba don
Francisco SÆnchez, el profesor Fidel Castillo AvilØs... pero de los primeros era don Esteban
Caudillo y su mamÆ, que viv an atrÆs, luego tambiØn estaba don Sacar as Meza... hab a 4 o 5
casas nada mÆs cuando llegamos nosotros...
..Yo vivo aqu desde 1976, desde que se conform co mo subdelegaci n... y te puedo decir que el
cambio ha sido de los œltimos 5 aæos para acÆ... o sea que venimos viviendo casi 20 aæos entre
rancher as nada mÆs, alejados de la ciudad... pero eso s , nunca se va a poder confundir El
Calandrio con la ciudad por el arroyo de la 8 de octubre.
Los paisajes fueron cambiando como el tiempo logr moldearle su contorno. Antes, El Calandrio
era una opci n para vivir fuera de una ciudad que n ac a a fuerza de muchos. Yo llegue cuando
ten amos 11 aæos, viv amos en La Paz, y nos dec an mira, llegaron unos de La Paz, estos son de
La Paz , en esos d as apenas se hizo la 8 de octubre, fue en el 76, entonces no hab a carretera, no
hab a banquetas, alumbrado pœblico, nada.
Ahora la opci n se moderniz e invita a esos muchos , mirar de cerca sus nuevos fraccionamientos
de terrenos que se cotizaron en el mercado de la noche a la maæana.
El Calandrio tiene ya casi 25 aæos que existe ahorita, primero Østa zona fue conocida como la
subdelegaci n de Los Bledales, y de hecho desde hac e algunos aæos para acÆ, se empez a
conocer como El Calandrio.
Primero atend a las comunidades que era El Calandrio Viejo, que es un rancho que estÆ cerca de
acÆ. Y las pequeæas comunidades que hab a era El Mezquitito, que era conocido porque estaba el
rastro municipal ah y estaba la familia ah de los Arreola, que se dedicaban a limpiar menudo y
todo ese tipo de cosas, porque pues viv an del rastro... entonces tiempo despuØs creci
Solidaridad I, luego II, y hasta mucho tiempo despuØs naci la comunidad de El Pescador; en El
Pescador hab a una granja que criaban pollos, para la ciudad de La Paz... es lo que ahora se llama
fraccionamiento El Coromuel y El Pescador.
Y los ranchos muy conocidos que estaban cercanos al Calandrio eran los naranjeros... que eran
San Patricio y San Lorenzo... y otro rancho muy conocido aqu , era San Rafael, ahora se hizo
naranjero, y venden hoja de palma y tiene producci n de miel... y luego uno de los ranchos mÆs
importantes, que era conocid simo era el rancho de Pino Payas, ellos hac an queso, sembraban
alfalfa, y pues ahorita hicieron un conjunto habitacional de mÆs de 3000 viviendas.
Hace 5 o 6 aæos los terrenos aqu val an 6 o 5 mil pesos, y eran caros, y ahora, un terreno de 10 x
20 te vale 30 mil pesos, y depende del Ærea, o sea que aqu ya es una zona muy importante para la
ciudad, todos ahora se viene para acÆ.
Antes la carga rural era mucho mÆs pesada que la urbana, dedicÆndose los habitantes de todos
estos terrenos que no se divid an con bardas ni rejas, si no en corrales y huertas, con la vida que el
campo viene dando; ahora, esa carga urbana se super por mucho, dando pie a los nuevos
trabajos, que de por s aportaron al engrandecimiento de la mancha, con su mano de obra si no
barata, si mucha por no decir toda.
Aqu la mayor a de la gente que vive en El Calandrio son albaæiles... es mucha gente de
Guanajuato y se dedican a eso, pero les va bien ahora porque como el crecimiento ha sido de Øste
lado, pues tienen mucho trabajo... y te digo, de 6 aæos para acÆ la gente tiene mucho trabajo, y
antes para agarrar una bardita, una fachadita batallaba... ahora cualquier chamaco que ves aqu en
El Calandrio ya es albaæil... es la idea que se tiene de Østa parte del Calandrio, de la parte del
arroyo se tiene la idea de que hay mucho trabajador agr cola... pero en general eso es lo que hay
aqu , o son albaæiles o trabajadores agr colas.
Y muchos pues empezaron a poner sus changarritos: que taquer as, un negocio de comida, y
muchas estÆn muy bien, por toda la gente que se empez a venir de Øste lado.
Todas estas palabras no se hubieran escrito, por esa sola necesidad de ensanchar y acomodar la
mancha urbana con la mano de obra de la gente que vive en Østa parte sur, sin utilizarla en hacer
el puente que los conectara en tiempo de lluvias con su urbe y sus medicinas, sus hospitales, sus
guarder as, sus trabajos, sus etcØteras que en veces se necesitan: En tiempos de huracanes
19
medida hacia el poblado de El Centenario26. La expansi n descontrolada del Ærea
nosotros quedamos aislados de La Paz... mientras no se construya el puente de la 8 de Octubre
para acÆ, pues 15 mil familias quedan atrapadas... es algo grave ¡Eh!
26
Estracto de La Paz: ImÆgenes, Cr nicas y Tradiciones Paceæas, CIM & UABCS), 2006) :
Iniciamos as , para pensar la comunidad de El Centenario, que no era parte de la ciudad en
aquella dØcada de los 70 s, sino una de las tantas comunidades rurales que suministraba al antes
pueblo de La Paz de lo necesario para irse construyendo. Y que las personas que trasladaba del
interior del pa s, el viejo Esteban Winkler, fueron los protagonistas para que la comunidad se
estableciera donde ahora se encuentra, en el limite suburbano al norte de la transpeninsular.
La gente del pueblo nos comenta Gerardo HernÆndez, hijo de alguno de los fundadores de El
Centenario - eran de distintas partes de la republica, de MichoacÆn, algunos de Guanajuato, de
Durango... mi papÆ venia de Jalisco y mi mamÆ de MichoacÆn... ellos se agruparon en el valle...
allÆ trabajaban en la pizca de algod n... lo mÆs fuerte en aquel entonces era la pizca de
algod n Mi mamÆ me contaba que hab a un seæor que se llama ٛ saura Enr quez y ese seæor
ten a un rancho en el Valle y Øl iba y contrataba gente para el interior del pa s; y la tra a en barco a
trabajar acÆ mis t os se vinieron primero, por par te de mi mamÆ y ya luego al aæo mandaron
por la familia, pero si, primero vinieron los mayores
Ya en el valle, las posibilidades de hacerse de una tierra, ven a siendo, como nos lo dijo en alguna
ocasi n uno de los ejidatarios de otra comunidad, m Æs al norte de Østa, que se llama Reforma
Agraria: Era un sueæo para los que trabajÆbamos como peones hacernos de una tierrita pues,
tierra para trabajarla as que el andar kil metros en busca de los sueæo s no se volv a tan
descabellado.
En esa dØcada de los 70 s, un grupo de campesinos, entre los que se encontraban los padres de
Gerardo, se ubicaron en las inmediaciones de lo que viene ahora siendo el aeropuerto.
Mis papÆs fueron de los fundadores desde hace como 38 aæos es que se viene estando
poblando Østa parte, pero primero vivieron un tiempo en el aeropuerto que ah fue donde se
establecieron primero pero los sacaron de ah , tuvieron problemas, los tildaron de paracaidistas y
los estuvieron moviendo continuamente
Los mov an por medio del ejØrcito. Un seæor llamado Ernesto Arizpe, que era uno de los
fundadores, que ten a su casita de madera, de card n... sac una bandera de MØxico y la puso en
la casa, a la entrada y como el ejØrcito respeta mucho la bandera pues no pudo hacer nada, ser a
como atropellar la bandera de MØxico, y por eso no los quitaron... eso siempre se me ha quedado
grabado, las ideas de los seæores para encontrar una salida.
En ese tiempo que los tildaban de invasores en el aeropuerto, una seæora que no recuerdo su
nombre, creo que se llamaba Angelita, les dio oportunidad que se metieran como unos 500 metros,
para que ah pusieran su campamento... y ah hicieron sus papeleos para hacer el ejido, y ah ya
no los pudieron sacar porque era propiedad privada pero con permiso de la seæora esa pues
DespuØs ya que se establecieron donde ahora se conoce como El centenario - y lo primero que
hicieron fue abrir los pozos del agua; el pozo de aqu lo hicieron a mano, a pura pala, pero hay
pozos mÆs profundo que esos si, no sØ como los har an... eso fue lo primero que empezaron a
hacer, el pozo de agua y el desmonte, y fueron sembrando por pedacitos, al tiempo ya que estuvo
constituido el ejido pues ya vinieron los apoyos de gobierno... tuvieron mucho apoyo; un tiempo El
Centenario fue de los primeros productores de algod n, hubo mucho trabajo...eso fue entre el 79 y
el 80.
Ya mÆs luego, la incidencia de uno de los elementos mÆs simb licos del mercado, lo sintØtico, hizo
que dijeran los productores que el algod n no era costeable ya, y entonces se pasaron con el
trigo... todo lo despachaban, se lo llevaban fuera
Cabe aclarar nuestra idea de ciudad, con todo respeto a lo que pensaba JosØ Alfredo JimØnez de
ella: pensar la ciudad es hacernos cargo del espacio-eje de la crisis de la modernidad.
Ahorita si que Østa variado, ahorita tenemos la ganader a, en agricultura estÆn algunas productoras
grandes, que aæos con aæos vienen y contratan gente... y tenemos tambiØn... estamos poblados de
albaæiles, que sino el 30 o el 40% del pueblo no es albaæil, pues por ah andamos.. pues la gente le
anda buscando la manera de vivir, para sacar para la botana... y hay otros que se dedican a buscar
trabajo en la ciudad de La Paz, que antes como pueblo, les esperaba para que hicieran el trabajo
que nadie mÆs pod a hacer.
20
urbana ha producido dos fen menos: el primero es la baja densidad de ocupaci n
de predios contenidos en el per metro urbano (espacios vac os) y el segundo es la
incompleta oferta de servicios pœblicos a los nuevos asentamientos27.
La presencia de espacios vac os al interno del per metro urbano y hasta el Ærea
central de la ciudad representa un hecho evidente de la inercia de las pol ticas
territoriales urbanas. Estos espacios vac os son una oportunidad perdida por la
ciudad y generan un costo en tØrminos de infraestructuras y servicios pœblicos
desaprovechados ademÆs que ser una ineficiencia funcional del sistema urbano.
SimultÆneamente al fen meno de los espacios vac os, la oferta de servicios y de
infraestructuras pœblicas han alcanzado con dificultad las necesidades a favor de
los nuevos asentamientos. Los problemas que afectan negativamente la calidad
de los nuevos asentamientos y a veces de los viejos son diferentes: falta de un
sistema de drenaje que separe agua de lluvia y aguas residuales; saturaci n del
sistema de drenaje en caso de lluvia y consecuente inundaci n de las calles;
planta de tratamiento de aguas residuales no funcional con consecuente
emisiones de olor y aire hediondo; inconstancia en el suministro de agua potable;
ausencia de un servicio eficaz de recolecci n y de aprovechamiento de residuos
s lidos urbanos y de manejo de residuos de manejo e special (ej. basura
hospitalaria, aceite, bater as, residuos t xicos, d esechos industriales); limpieza de
las calles limitada a unas Æreas; cobertura incompleta de las calles (la mayor as de
las calles urbanas son en tierra); intermitencia o ausencia de las aceras por los
peatones; ausencia total de recorridos por bicicletas; basureros ilegales y
clandestinos difusos; y en general falta de accesibilidad por parte de la poblaci n
en las Æreas mÆs marginales.
El problema del agua ha sido el problema prioritario de la ciudad a partir del
momento de su descubrimiento hasta hoy d a. A pesar de la tecnolog a disponible
la falta de agua es un tema al orden del d a sobre todo por un uso inconsciente del
recurso. Los acu feros alrededor del Ærea urbana son sobreexplotados.
La escasez del recurso es un problema real y por eso es percibido como una
emergencia para la mayor a de la opini n pœblica. Las autoridades pœblicas,
pensando de resolver el problema de forma sencilla, han prometido la
construcci n de tres plantas desaladoras (El Quelel e, La Calavera y Pichilingue)
en vez de hacer hincapiØ sobre la reducci n del consumo de agua y sobre
sistemas hidrÆulicos para favorecer la recarga de acu feros. En particular, a travØs
de una gesti n mÆs eficaz y eficiente del sistema y de campaæas informativas
hacia los ciudadanos hay amplios mÆrgenes de reducci n del consumo y del
desperdicio.
Tampoco en tema de manejo y tratamiento de aguas negras la situaci n es florida.
27
Estracto de La Paz: ImÆgenes, Cr nicas y Tradiciones Paceæas, CIM & UABCS), 2006) :
En la comunidad de San Pedro don Arturo: Dif cilmente traen medicamentos para acÆ... el
m dulo de salud viene, se planta, y ah tiene que i r la gente... pero dif cilmente traen
medicamentos... necesitamos mucha ayuda, por lo menos en lo bÆsico... Y es que hay veces que
llega gente y pues me pide una medicina a m , y como no hay nada, pues se tiene que ir para la
ciudad... y tienen un dinerito y si se van de raite pos no hay problema porque no gastan, pero pues
allÆ en La Paz, en la consulta se les acaba, y les dan una receta y pues ya no tienen para poderla
surtir... y nosotros no tenemos medicamentos nosotros que de alguna manera los pudiØramos
ayudar...