De granjeros, subastas y energìa - Asignación de derechos de propiedad sobre bienes de uso colectivo mediante subastas. El caso de la transmisión eléctrica en Argentina

Hasta ahora hemos enumerado varias debilidades de las subastas ascendentes, tales como la posibilidad de comportamientos predatorios y colusivos. No obstante, también tienen varios beneficios. Uno de ellos es la eficiencia asignativa, ya que las subastas ascendentes consiguen que los objetos queden en manos de quienes más los valoran. Esto es así debido a que un oferente muy interesado siempre puede mejorar la oferta de algún otro que en principio —con ofertas agresivas— parece muy interesado, pero que finalmente se revela con un interés no tan importante. Es más, si hay complementariedad en una subasta de objetos múltiples, una subasta ascendente posibilita a los oferentes hacerse de paquetes más eficientes que en una subasta a sobre cerrado. Esto se debe a que en la subasta ascendente los oferentes pueden ir aprendiendo sobre el comportamiento de sus oponentes, cosa imposible en una subasta de sobre cerrado. Si los oferentes pueden ir conociendo las valuaciones de sus oponentes, esto los hace menos cautelosos en las ofertas y, en definitiva, terminan aumentando los ingresos del subastador (Klemperer, 2004: 113-114). Además, existen varios métodos para robustecer el desempeño de las subastas ascendentes. Uno de ellos consiste en obligar a los oferentes a realizar ofertas redondas en términos numéricos, sólo con incrementos prefijados, y de manera anónima. Esto impide que las ofertas puedan ser usadas para emitir señales a los otros oferentes. Además, los lotes pueden ser agregados en grandes paquetes. De esta manera resulta más difícil para los oferentes repartirse los lotes. Por otra parte, si se mantiene en secreto la cantidad de oferentes que están participando en la subasta, esto reduce las posibilidades de colusión (Klemperer, 2004: 114).