The social network: reference to a new form of communication - Los social network: referencia de una nueva forma de comunicaciòn

Internet is a meddlesome space. It is a metaphor that implies the inhabited void. From the apparition of the Internet the place is considered where the world is to be found and through which the functions shape him. The truth is that today the Internet is much more than this: it is a world for those who enjoy some access to the net and it is for all those people that have the economic and technical opportunity to create, to transport and to transfer the Internet. Means of communication build up our identities and affect our personality and in the lines that define us. The whole communication forms therefore an identity. Means of communication spread representations shaping themselves as a fundamental point in the formation of the identities, establishing a being in connection with the social roles and in dependence of the political and economic context. The real identity is what each of us has from one’s birth, it belongs to our character, it can modify over the years and at times it can radically change. Conversely, the virtual identity is an increasing and uncontrollable phenomenon favored by the proliferation of the processes in the Internet. In this universe of fictitious identities, the inner situations are in conflict, motivated by the interest of some people to protect their own real identities and of others who want to discover such hidden identities with different purposes. In the virtual identity many sociological, cultural and psychological aspects converge.
At times this identity does not simply correspond with the real one because each of us wants to show the best of him- or herself. It is as a consistent complex, personal and social construction partly for the person we believe to be, as we want the others to perceive us and as they actually perceive us.

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Internet es un espacio ubicuo. Una metáfora plena de lo que implica el vacío habitado. Desde su aparición ha ostentado considerarse el sitio que albergaría el mundo y a través del cual se reconfiguraría en su función. La verdad es que hoy Internet es más que eso: es un mundo habitado, por los que gozan del acceso a la red y por todos aquellos que tienen la posibilidad técnica-económica de crearlo, transportarlo y transferirlo. Los medios construyen nuestras identidades influyendo en nuestra personalidad y en los rasgos que nos definen grupalmente. Toda comunicación es, por lo tanto, identitaria. Los medios de comunicación difunden representaciones configurándose como un punto básico en la construcción de identidades, estableciendo un nosotros y un ellos, en conexión con los roles sociales y en dependencia del contexto político y económico.
La identidad real es la que cada uno de nosotros tiene desde su nacimiento, es parte de nuestro caracter, puede modificarse con los años y a veces cambiar totalmente.
La identidad virtual, en cambio, es un fenómeno creciente e irrefrenable, favorecido por la proliferación de los procesos de registro en Internet. En este universo de identidades ficticias, las situaciones internas son conflictivas, motivadas por el interés de algunos usuarios por proteger su identidad real y de otros interesados en descubrirla con diferentes fines.
En la identidad virtual convergen muchos aspectos de carácter sociológico, cultural e incluso psicológico. A veces esta identidad no corresponde con la real simplemente porque cada uno quiere mostrar lo mejor de sí mismo. Es como una construcción compleja, personal y social, consistente en parte por quien creemos ser, como deseamos que los demás nos perciban y como de hecho nos perciben en realidad.