El patrimonio de arqueología industrial de Schio. Comparaciones internacionales y propuestas de valoración turística

Antes que analizar los acontecimientos que se refieren al nacimiento de cada sitio de arqueología industrial en Schio, es oportuno presentar un cuadro de los hechos históricos ligados a la época en la que se levantaron las primeras fábricas.
Las tierras alto-vicentinas albergaban actividades artesanales, entre todas, la hilatura de la lana, de la seda y la extracción de plata y caolín desde la época renacentista. Como ya se ha dicho en el Prólogo, uno de los factores más importantes para el asentamiento de estas actividades es la Roggia Maestra, que proveía una buena cantidad de agua; otros significativos elementos son la abundante presencia en la zona de materias primas y de mano de obra. Hasta el final del siglo XIX, la artesanía era, para la población, una fuente de renta adicional, en cuanto la actividad principal era la agricultura.
El Vicentino fue dominado por la Serenissima Repubblica di Venezia hasta 1797, año en que Napoleón Bonaparte hizo rendir la república marinera. La dominación francesa, que trajo trastornos políticos y fuerte presión fiscal, causó un gap tecnológico en la naciente industria de Schio: Francia, de hecho, aspiraba a hacer del Alto Vicentino (y de Véneto en general) un proveedor de primeras materias para las fábricas francesas y, por lo tanto, estaba desinteresada en mejorar las dotaciones de las primeras empresas y de los talleres artesanales. El año sucesivo a la caída de Venecia los franceses perdieron Véneto, que se convirtió en dominio austríaco después del Tratado de Campoformio.
Los Hasburgo gobernaron sobre Véneto hasta 1805, cuando volvieron los franceses después de eventos bélicos desfavorables para Viena.
La región se hizo parte del Reino de Italia, gobernado por el virrey Eugenio Bonaparte, hijo adoptivo de Napoleón.