5
decisión entre el destierro o la conversión. La mayoría de ellos
eligieron el viaje a otra nación, pero un cuarto de la población judía
de España se convirtió al catolicismo. A pesar de esto, los nuevos
bautizados fueron considerados todavía extranjeros en la nación
española y desde entonces se difundió la denominación de “viejos” y
“nuevos” cristianos o “marranos”, en los cuales no se podía confiar.
No cabe duda acerca del origen judaico de Santa Teresa
3
, cuyo
abuelo, Juan Sánchez de Cepeda, rico mercader converso de Toledo,
fue procesado por la Inquisición en 1485. A raíz de su condena, Juan
Sánchez decide mudar de sitio para emprender nueva vida. Se
traslada con su familia a Ávila.
La obra de reforma de la Santa, y sus escritos, se llevan a cabo
condicionados por ese gran tema nacional de la limpieza de sangre,
de la honra y la polémica entre cristianos viejos y nuevos. Serán estos
últimos, conversos o hijos de conversos, quienes ayudarán a las
fundaciones teresianas.
La Inquisición
4
fue encargada de vigilar sobre la autenticidad
del cristianismo de los nuevos bautizados. Muchos de los judíos
convertidos formaban parte del mundo eclesiástico y, como en
general era gente capaz, inteligente y dinámica, habían llegado a ser
obispos , canónigos y teólogos, pero ahora, a causa de su
proveniencia, suscitaron la sospecha y la hostilidad en los otros
cristianos. Por esto fue establecido el principio que para llegar a los
3
Victor García de la Concha, «Teresa de Jesús en su circunstancia histórica », en El arte
literario de Santa Teresa, Barcelona, Ariel, 1978.
4
Bartolomé Bennassar, Storia dell’inquisizione spagnola, Milano, BUR, 1995, 2ª ed.
6
niveles superiores de la jerarquía eclesiástica y social era necesaria la
“pureza de la sangre”.
5
La España del Quinientos fue la nación en que se confundió la
política y la religión, en que reinó la intolerancia, y la Inquisición
sofocó las libres manifestaciones del pensamiento y del sentimiento
religioso, y aún más la nación que tuvo la tarea de la conquista del
Nuevo Mundo, que se convirtió en la explotación sistemática de los
indios. Así se comprende cómo nació la “Leyenda Negra” de la
católica España.
Pero esta época es también una época de renovación religiosa,
que se llevó a cabo a través de la acción de los Reyes Católicos y del
iluminado cardenal Cisneros que consiguió concertar la influencia de
Erasmo y la futura renovación del Concilio de Trento.
En su gran obra de reforma de la religiosidad española destaca la
fundación ex novo de la Universidad de Alcalá de Henares (1508) que
fue la sede de numerosos estudios bíblicos caracterizados por un
buen método filológico. Junto a la universidad, Cisneros quiso
también edificar una estampería que empezó su actividad
traduciendo obras extranjeras de teología y espiritualidad aún
desconocidas en España. Por esto se difundieron la mística y las
corrientes espirituales europeas que influenciaron los textos leydos
por Santa Teresa.
5
Papa Sisto IV , con la sua bolla del 1° novembre 1478, concedeva ai sovrani di Aragona e
Castiglia il potere di nominare e destituire gli inquisitori. L’estensione di questa
istituzione a tutta la Spagna fu un mezzo di azione privilegiato e potentissimo in cui il
ruolo della corona divenne preponderante. Cfr. B. Bennassar, «L’inquisizione o la
politica della presenza », en Storia dell’inquisizione spagnola, Milano, BUR, 1995, 2ª
ed.
7
Los padres espirituales y los confesores de Santa Teresa salían de este
renovado ambiente cultural creado por Francisco Ximenez de
Cisneros, arzobispo de Toledo y confesor de la Reina Isabel.
Durante toda la primera mitad del siglo XVI, el erasmismo
6
fue aceptado por parte del clero y de la intelectualidad española e
influyó en la política de Carlos V. Angel Valbuena Prat
7
define la
época de Carlos V como «un momento de universalidad, de vida
hacia afuera», y desde afuera llegó la influencia rápida de Erasmo de
Rotterdam. Aún Prat
8
explica que la posición erasmista era una
avanzada de la actitud protestante: tendía a un cristianismo interior,
sin fórmulas, sin liturgia, sin esplendores de culto. A pesar de todo el
predominio erasmista en España abarca unos quince años, durante
los cuales el iluminismo había abonado el campo en que había de
florecer la ideología de los libros ascéticos de Erasmo.
A la muerte de Erasmo en 1536, empiezan las prohibiciones de sus
obras
9
para llegar poco después al triunfo de la reacción
antierasmista.
El pilar fundamental de la reforma católica fue el famoso
Concilio de Trento (1545-1563), en el cual participaron, en sus tres
6
Cfr. Melquiades Andrés Martín, «La religiosidad de los privilegiados, Santa Teresa y el
erasmismo», en Congreso Internacional Teresiano, Salamanca, 1982.
7
Angel Valbuena Prat, Historia de la Literatura Española, Barcelona, Editorial Gustavo
Gili, S.A., 1981, Tomo II Renacimiento, 9ª ed., pág. 3-4.
8
Angel Valbuena Prat, op. cit., pág 9 - 10
9
« La prima scelta indicativa degli orientamenti politico – religiosi di Filippo II fu
l’emarginazione degli erasmiani dai posti di potere e la messa all’Indice Spagnolo
(1559) di 16 opere di Erasmo da Rotterdam », Renzo Savarino, «L’ambiente storico
della Spagna di Santa Teresa », en Teresa d’Ávila – Introduzione storico – teologica,
Torino, Sezione torinese della Facoltà Teologica dell’Italia Settentrionale, 1982, pág.
24.
8
etapas, muchos obispos y teólogos españoles. De Trento arranca la
moderna organización del Catolicismo. Los efectos inmediatos del
Concilio se tradujeron en la vigorosa ofensiva de la Iglesia Católica,
la llamada Contrarreforma, cuyo paladín más famoso fue Felipe II.
Durante el reinado de Felipe II
10
España luchó contra la
expansión del protestantismo y, al mismo tiempo, se encastilló en sí
misma, aislándose del contacto extranjero. Por este motivo, Felipe II
en 1559 prohibió que sus súbditos estudiasen en Universidades
extranjeras.
Fue exactamente en este ambiente donde se sitúan la vida, la
reforma y la obra literaria de Santa Teresa. En su vida será fácil
reconocer los efectos consolidados de todos estas medidas
contrarreformistas: aunque la santa logró tomar los efectos positivos
y modificar a su favor los negativos sin renunciar a su libertad
cristiana.
10
J. Vicens Vives, Historia Social y Económica de España y América, Barcelona, Vicens –
Bolsillo, 1985, Vol.III, 5ª ed.
9
II . La vida seglar de Santa Teresa
1
En 1515 nace Teresa de Ahumada y Cepeda en la ciudad de
Ávila
2
, primera de diez hijos de Alonso Sánchez de Cepeda – hijo del
mercader toledano Juan Sánchez de Cepeda – casado en segundas
nupcias con Beatriz de Ahumada.
En el ambiente familiar resalta, junto con una austera piedad, la
obsesión por lo heroico. El padre de la Santa había formado parte, en
calidad de hidalgo, de los ejércitos que conquistaron el reino de
Navarra.
La madre
3
era «aficionada a libros de caballerías»
4
, libros a los
cuales el padre tenía por enemigos. Concordando con la actitud de
los erasmistas, propugnadores de una literatura de veritate, Alonso
Sánchez de Cepeda era «aficionado a leer buenos libros»
5
, o sea,
libros de devoción.
En el inventario que hizo Alonso Sánchez de Cepeda de los
bienes que tenía cuando murió su primera mujer doña Catalina del
Peso, se registran en la biblioteca de familia: el Retablo de la vida de
1
Sobre la vida de Santa Teresa: Efrén de la Madre de Dios y Otger Steggink, Santa Teresa
y su tiempo, Salamanca, Universidad Pontificia, Bibliotheca Salmanticensis, Estudios
54, 1982. Tomás de la Cruz - Jesús Castellano, O. C. D., «Santa Teresa de Jesús», en
Ephemerides Carmeliticae, 19, 1968.
2
Véase el interesante estudio sobre la ciudad de Ávila de Manuel Fernández Alvarez, «El
entorno social de Santa Teresa», en Congreso Internacional Teresiano, Salamanca,
1982.
3
Seguimos la edición de Dámaso Chicharro, Madrid, Ediciones Cátedra, 1994.
Usamos la sigla V para indicar el Libro de la Vida en la edición indicada.
4
V pág. 123.
5
V pág. 119.
10
Cristo, de Juan Padilla; las poesías religiosas de Fernán Pérez de
Guzmán; el De Officiis, de Cicerón; el De Consolatione, de Boecio; y
otros libros sin duda ascéticos.
En 1528 muere a la edad de treínta y cinco años la madre de
Santa Teresa cuando ella tenía trece años. El período de su niñez y de
su adolescencia es decisivo para su formación literaria. Junto con las
primeras letras, Teresa aprende a leer vidas de santos. Después de la
muerte de su madre, en plena crisis de adolescencia, se aficiona con
pasión a la lectura de libros de caballerías
6
. Según el testimonio de su
primer biógrafo, el padre Ribera
7
, sale de su pluma en esta época su
primera obra literaria: una aventura de caballerías.
Muy joven intenta con su hermano Rodrigo:
… huir a tierra de moros …pidiendo por amor de Dios para
que allá nos descabezasen … por gozar tan en breve de los
grandes bienes que leía haber en el cielo.
8
En 1531 ingresa en el colegio agustiniano de Santa María de
Gracia en Ávila
9
. Empieza a leer en este período las Epístolas de San
Jerónimo.
En 1533 declara a su padre su vocación religiosa, y, dos años
más tarde, huye de la casa paterna en compañía de un hermano suyo
para ingresar en el monasterio carmelitano de la Encarnación de
6
Cfr. P Antonio García Figar, O. P., «Formación intelectual de Santa Teresa de Jesús», en
Revista de Espiritualidad, 4, 1945.
7
Francisco de Ribera, Vida de Santa Teresa de Jesús, 1ª ed., Salamanca, 1590; edición
moderna del padre Jaime Pons, Barcelona, 1908.
8
V pág. 121.
9
Colegio situado fuéra de la ciudad donde se educaban jóvenes de familia noble.
11
Ávila. En el otoño del año siguiente tiene que volver a su casa porque
está enferma; para curarse el padre lleva a Santa Teresa a casa de su
hermano Pedro Sánchez de Cepeda. La estancia en la casa de su tío
es importantísima porque aquí encuentra un ambiente religioso –
cultural, fundado en las lecturas de libros de ascética, que iluminó a
la Santa su porvenir. Recibe de su tío el libro de Francisco de Osuna
Tercer Abecedario
10
, texto básico para su formación ascético – literaria.
A propósito de esto dice:
Aunque fueron los días que estuve pocos, con la fuerza
que hacían en mi corazón las palabras de Dios, ansí leídas como
oídas, y la buena compañía, vine a ir entendiendo … la vanidad
del mundo, y cómo acababa en breve… y aunque no acababa mi
voluntad de inclinarse a ser monja, vi era el mijor y más seguro
estado; y ansí poco a poco me determiné a forzarme para
tomarle.
11
Después de tres años de penosa enfermedad, ya de regreso al
monasterio de la Encarnación, se siente curada por la intercesión de
San José. Sigue un largo período durante el cual Teresa se debate
entre la vida de oración y las conversaciones mundanas.
En diciembre 1543 muere en Ávila su padre, don Alonso.
10
Famosa obra del franciscano Francisco de Osuna Tercera parte del libro llamado
Abecedario espiritual. Se imprimió por primera vez en Toledo en 1527. Es uno de los
libros que mayor influencia ejerció sobre su espíritu y su obra.
11
V pág. 131.
12
En 1554 empieza su escalada mística y se convierte
definitivamente a Dios. Dos hechos provocan este cambio: la vista de
un Cristo llagado y la lectura de las Confesiones de San Agustín
12
.
En 1558 intenta dar cuenta del estado de su alma a sus amigos
Gaspar Daza y Francisco de Salcedo subrayando algún pasaje del
libro de Bernardino de Laredo Subida del Monte Sión. El año siguiente
Hernando de Valdés, inquisidor general, publica el Índice de libros
prohibidos; en él se hallan proscritos los autores espirituales
preferidos de la Santa. Poco después oye del Señor las palabras: «Yo
te daré Libro Vivo»
13
. El 29 de Junio 1559 tiene la primera visión
intelectual de Cristo. Escribe su primera cuenta de conciencia, que
llama Relación Espiritual, al padre Pedro Ibáñez.
En Ávila se quedará gran parte de su existencia. Se aleja por
primera vez de su amurallada ciudad en 1562, requerida en casa de
Doña Luisa de la Cerda en Toledo. Durante su estancia en la Ciudad
Imperial, empieza a escribir, por mandato del padre García de
Toledo, la historia de su vida, que concluye en el mes de junio. Se
trata de la primera redacción de la Vida. El texto de esta primera
redacción no ha llegado hasta nosotros. Después de seis meses
regresa a su ciudad natal para fundar el primer monasterio de su
Reforma. Los viajes se multiplicarán para actuar sus fundaciones,
diecisiete en toda España.
12
Posiblemente leyó la Santa la versión de Sebastián Toscano, que salió de las prensas en
1554 en Salamanca, con el título de Las Confesiones de San Agustín, traducudas del
Latín en Romance castellano.
13
V pág. 323.