5
misma del pueblo italiano y por consiguiente también las de Roberto Rossellini,
sino como hombre como director. Con relación a la naturaleza de la dictadura, él
de hecho afirma: “El fascismo constituye, para todas las sociedades, una
tentación permanente y una especie de enfermedad que se mantiene en estado
endémico. En Italia, de repente se volvió epidémica”.
2
El presente trabajo empieza con un capítulo sobre la vida de Roberto Rossellini,
presentando su obra completa en los aspectos esenciales: desde los primeros
cortometrajes de aficionado hasta las películas neorrealistas, desde las
experiencias teatrales hasta el abandono del cine tradicional a favor de las
películas didácticas. En el siguiente se tienen en cuenta los momentos y los
modos con los cuales el fascismo logró encuadrar todo el sistema comunicativo
italiano y se detendrá en los resultados que esta operación tuvo sobre el cine y la
producción de aquellos años. El último, en fin, trata de las dos primeras trilogías
de Roberto Rossellini.
Hablando de la primera trilogía, realizada bajo el fascismo, se muestran las
intervenciones más o menos explícitas que la propaganda del régimen efectuó
antes y durante la realización de las películas y, paralelamente, también se
destacan los elementos rossellinianos típicos presentes.
2
S. Roncoroni (a cargo de), Quasi un’autobiografìa, Milán 1987, p. 55.
6
De la segunda trilogía, la neorrealista, se ponen en evidencia sea el cambio
repentino de los estilos generales con respecto a las películas de propaganda,
sean las innovaciones importantes del estilo de estas obras y, al mismo tiempo,
las analogías temáticas y artísticas que se presentan, aunque sea en formas
diversas.
7
Capítulo 1
VIDA Y OBRA
1.1 INFANCIA Y FORMACIÓN
Roberto Rossellini nació en Roma el 8 de mayo de 1906, hijo primogénito de
Elettra Bellan y Angelo Giuseppe Rossellini. La familia vinculaba su apellido a una
importante empresa de construcción y hacía parte de la rica burguesía romana; su
padre colaboraba en la administración de la empresa familiar fundada por el tío
Zeffiro Rossellini quien, al no tener hijos propios, lo había acogido en su casa.
Angelo Giuseppe sentía, sin embargo, una gran pasión por el arte, la música y la
literatura, por lo cual se rodeaba de intelectuales y artistas que eran invitados a
frecuentar regularmente el salón de su casa.
3
Roberto y sus hermanos tuvieron una infancia luminosa y feliz, creciendo
rodeados de las comodidades y las atenciones de sus parientes y sus ayas. El
3
Entre los frecuentadores de la casa Rossellini se encontraban escritores notables como
Massimo Bontempelli y Giuseppe Adami, lingüistas como Odoardo Gori, cantantes
famosos como Titta Ruffo, arquitectos como Piacentini, directores de orquesta como Willy
Ferrero, músicos como Alfano, Zandonai y Mascagni.
8
ambiente rico de alegría, libertad y fantasía en el cual vivía el pequeño Roberto le
permitió desarrollar una personalidad enérgica e irresistible que, a esa edad, se
manifestaba en juegos y representaciones simples en los cuales participaban sus
hermanos y primos, de quienes Roberto asumía ya la dirección.
También el cine vivía su juventud en aquellos años (la primera película temática
italiana, La Toma de Roma [Presa di Roma], es de 1905) y fue justamente el
padre de Roberto quien en 1918 dirigió la construcción del cine Corso, que llegó a
ser la sala cinematográfica más grande y moderna de Roma, una de las primeras
con una cúpula que podía abrirse. El cine Corso se convirtió muy pronto en el
centro del mundo del cine en la capital, frecuentado por personalidades y
cineastas importantes.
Gracias a un carné que le permitía entrar gratis, Roberto comenzó a frecuentar
asiduamente la sala cinematográfica y a fascinarse con el mundo del cine,
prefiriendo las películas americanas, sobretodo las de King Vidor y John Ford.
Roberto Rossellini frecuentó las mejores escuelas de Roma, aunque sin sobresalir
en los estudios: la escuela lo oprimía y los maestros lo aburrían. Sus verdaderas
pasiones eran los automóviles y los motores. Mostró después una predilección
por la mecánica y dio rienda suelta a experimentos de todo tipo. A continuación
pudo aplicar eficazmente esta pasión al cine, el arte mecánico por excelencia.
9
Durante la infancia nuestro personaje fue particularmente enfermizo; entre 1919 y
1921 perdió más de un año escolar como consecuencia de una fuerte pulmonía y
pasó gran parte de este tiempo en convalecencia en las Dolomitas.
La experiencia de la enfermedad le causó a Roberto, en la edad adulta, una cierta
hipocondría pero, en compensación, lo que es más importante, le dio un fuerte
sentido de consideración hacia el prójimo, en particular hacia los más débiles.
Terminado el liceo, no continuó los estudios, sino que se dedicó a la “buena vida”,
entre automóviles veloces, jóvenes bellas, frecuentación de gente refinada y de
Cinecittà. Afortunadamente le quedó la gran pasión por el mundo del cine, así que
los conocimientos de la época feliz de la juventud le sirvieron en el momento
oportuno.
En 1931, su padre Angelo Giuseppe Rossellini murió cuando contaba con apenas
cincuenta años de edad, dejando a su mujer y a sus tres hijos en una situación
financiera que, ya desde la crisis de 1929, no era tan favorable como en otra
época. A partir de aquel momento ningún miembro de la familia estaba en
capacidad de administrar las finanzas y, en el curso de pocos años, muchas
propiedades, entre ellas la residencia romana, fueron vendidas. Roberto encontró
alojamiento en una propiedad remanente, la villa de caza de Ladispoli donde
10
contrajo matrimonio en 1936 con su primera esposa, Marcella De Marchis, con la
cual tuvo dos hijos: Romano, nacido en 1937, y Renzo, en 1941.
11
1.2 EL EXORDIO EN EL CINE Y LA PRODUCCION DE 1936 A 1943
Tanto por necesidad como por predisposición, Roberto Rossellini, a la edad de
treinta años, se encontró trabajando en el mundo del cine: en aquel tiempo
frecuentaba algunos establecimientos, sobretodo los de la Scalera Film,
interesándose en las varias fases de la producción. Le fascinaba el trabajo de
técnico de sonido, el cine como manualidad y como mecánica. Era un período de
gran entusiasmo y el joven Rossellini ensayó plenamente la experiencia del
trabajo en el cine: escribía anónimamente guiones de películas, hizo experiencias
como actor de doblaje y en el montaje.
En 1936 comenzó a rodar cortometrajes sobre el mundo de la naturaleza. Llevó a
cabo seis en total: Dafne (Daphne), 1936; Prèlude a l’après-midi d’un faune, 1938;
Fantasía submarina (Fantasia sottomarina), 1939;
4
Il tacchino prepotente, 1939;
La vispa Teresa, 1939; Il ruscello di Ripasottile, 1941; de los cuales sólo quedan
los últimos cuatro.
Con la Fantasía submarina (producida por el Incom [Industria Cortometraggi
Milano –Industria de Cortometrajes Milán- Nota del Traductor] en 1939), Rossellini
empezó a hacerse notar como director. En 1938, sin embargo, ya había firmado
4
Para la realización del marco sugestivo bajo el agua de la Fantasía submarina Rossellini
utilizó hábilmente algunos acuarios colocados sobre la terraza de la villa de Ladispoli, de
su propiedad. Ver S. Masi y E. Lancia, I film di Roberto Rossellini, Roma 1987. pp. 11-12
y R. Rossellini y O. Contenti, Chat room Roberto Rossellini, Roma 2002, pp. 16-17.
12
oficialmente su primer guión para una película exitosa, Luciano Serra pilota de
Goffredo Alessandrini, en la cual también había participado como director
asistente realizando las tomas en Etiopía. Estas experiencias “le permitieron
utilizar el cine justamente como instrumento de observación y de conocimiento,
para un mayor consenso sobre la realidad humana y natural”.
5
Fue justo gracias a la atención suscitada por la Fantasía submarina y el trabajo
realizado en la película de Alessandrini que Roberto Rossellini obtuvo en 1941 la
dirección de su primer largometraje, La nave blanca (La nave bianca). La película
tuvo un gran éxito con el público y la crítica y en la Gran Gala de la IX edición del
Festival Cinematográfico de Venecia recibió como premio la Coppa del Partito
Nazionale Fascista.
Apenas pocos meses después del afortunado exordio, en 1942, se hizo la primera
claqueta de Un piloto regresa (Un pilota ritorna), segundo trabajo de un autor ya
lanzado a la fama.
Siempre en el mismo período, Rossellini colaboró, aunque no se sabe con
precisión a título de qué, en I tre aquilotti de Mario Mattoli (1942).
5
G. Rondolino, Roberto Rossellini, Florencia 1974, p. 43.
13
A finales del verano de 1942 también entró en producción El hombre de la cruz
(L’uomo dalla croce), su tercera película, terminada en 1943. “Con esta película
se cierra una trilogía ideal que ha contemplado a Rossellini dedicado a cantar la
gesta de los tres cuerpos del Real ejército italiano”.
6
En el mismo año de 1943 el director se comprometió también a la supervisión de
la película L’invasore de Nino Giannini (1943) y proyectaba realizar, después de
El hombre de la cruz, Scalo merci, un tema interesante de rodar entre los
empleados ferroviarios del muelle de San Lorenzo, famoso barrio popular de
Roma. Las tomas de la película empezaron, pero los bombardeos sobre Roma de
julio de 1943 afectaron también la estación ferroviaria donde se había preparado
el set de la nueva película. El desafortunado evento obligó a los productores a
cambiar radicalmente los objetivos de la película, por lo cual el tema fue
modificado y los eventos ambientados en Tagliacozzo, sobre el Apenino de
Abruzzo. Los ferroviarios se convirtieron en leñadores, pero las tomas de la
película se interrumpieron nuevamente poco después, esta vez ante la escasez
de fondos por parte de la producción. La película se terminaría, con el nuevo título
Desiderio, sólo en 1946 por Marcello Pagliero, amigo de vieja data de Rossellini,
quien había interpretado la parte del ingeniero Giorgio Manfredi en Roma ciudad
abierta (Roma città aperta).
6
S. Masi y E. Lancia, op. cit., p. 17.
14
1.3 LA PRODUCCIÓN DE 1944 A 1947 Y EL NEORREALISMO
Después de las desafortunadas vicisitudes de Scalo Merci/Desiderio, Rossellini
prefirió pasar en Roma y en la clandestinidad el período anterior a la llegada de
los americanos a la capital, porque temía las redadas y un viaje forzado a
Venecia, donde se estaba instalando el cine de la Repubblica Sociale Italiana
(denominación del gobierno fascista instaurado en el territorio italiano bajo la
ocupación nazi –Nota del Traductor). A pesar de todo, siguió frecuentando gente
del cine, en particular el guionista Sergio Amidei, con el cual había estrechado
una sólida amistad que desembocaría en una vigorosa colaboración futura.
Viviendo los momentos extraordinarios y dramáticos de aquella época histórica,
Rossellini realizó con Amidei, el joven Federico Fellini, Aldo Fabrizi, Anna
Magnani y otros, la que más tarde sería considerada la obra maestra del
neorrealismo cinematográfico italiano, Roma ciudad abierta (1945).
Las primeras proyecciones de Roma ciudad abierta en 1945 registraron una
acogida poco entusiasta del espectador italiano: indudablemente la gente, apenas
liberada de los horrores de la guerra, no estaba todavía lista para enfrentrarse
nuevamente y tan pronto a las escenas demasiado realistas aunque
conmovedoras de la película.
15
En los Estados Unidos Roma ciudad abierta obtuvo en cambio una nominación al
Oscar por el guión y tuvo un éxito extraordinario que de reflejo contagió
rápidamente al público y a la crítica incluso en Italia y en el resto de Europa.
Triunfó en París y, continuando en Francia, algunos meses después la película se
adjudicó el Gran Premio del I Festival Internacional de Cannes (1946). A
continuación, también fue premiada en Italia con dos Nastri d’Argento, uno por la
mejor dirección y tema y el otro adjudicado a Anna Magnani por mejor actriz
principal.
7
Sobre la base del éxito de Roma ciudad abierta en los Estados Unidos, Roberto
Rossellini empezó a rodar Camarada (Paisà), “también realizada con absoluta
independencia artística y financiera, con dineros recogidos en Italia no sin una
contribución americana”.
8
Inicialmente la película se habría debido llamar Seven from the U.S. (Sette
Americani), habría debido contener siete episodios independientes y tener como
tema la avanzada de las tropas aliadas en Italia durante la Segunda Guerra
Mundial. A continuación los episodios se redujeron a seis y el título fue cambiado
a Camarada, término con el cual la gente del sur saludaba a los americanos que
habían desembarcado en las costas de la Italia meridional. Las tomas se
7
Sobre los eventos rocambolescos que precedieron y acompañaron la realización de
Roma ciudad abierta Carlo Lizzani dirigió en 1996 la película Celluloide.
8
G. Rondolino, op. cit., p. 43.
16
terminaron en el verano de 1946 y la película fue presentada en el XI Festival de
Cine de Venecia, siendo premiada con la Coppa ANICA.
A pesar de todo, Camarada no tuvo un gran éxito en Italia, ni con el público ni con
la crítica aunque, entre las numerosas críticas, se presentaron algunas reseñas
que elogiaban el realismo y la objetividad.
9
Después de haber afrontado el tema de la guerra en Italia con Roma ciudad
abierta y Camarada, Roberto Rossellini tornó su mirada a la Alemania de la
posguerra inmediata, realizando Alemania año cero (Germania anno zero),
terminada en 1947. La película fue rodada en Alemania en su totalidad en la
lengua original con actores alemanes no profesionales y fue en seguida doblada
para la versión italiana y dedicada a la memoria de su primer hijo, Romano,
muerto en 1946 a la edad de nueve años. Se concluye así la segunda trilogía
ideal de Rossellini: la Trilogía de la guerra.
9
Entre las críticas se encontraba la de Alfredo Orecchio en las páginas de “Il
Messaggero” del 19 de septiembre de 1946 que comenzaba así: “De la cabeza confusa
del director [...]”. S. Roncoroni (a cargo de), op. cit., p. 104. Entre los comentarios
entusiastas estuvo el de Umberto Barbaro en “L’Unità”, 8 de marzo de 1947.