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ABSTRACT
En este trabajo se habla de los hispanismos que ingresaron en los dialectos lombardos
occidentales, es decir en el de Milán, en el del área de la antigua diócesis de Como, en el de
Pavía y en el dialecto lombardo de la Suiza italiana. Los hispanismos que se analizan han
sido sacados de los siguientes vocabularios dialectales decimonónicos: el Vocabolario
milanese-italiano de Francesco Cherubini, el Vocabolario dei dialetti della città e diocesi di Como de
Pietro Monti y el Vocabolario pavese-italiano ed italiano pavese de Carlo Gambini, con la única
excepción de la Suiza italiana, para la cual se ha hecho referencia al volumen de Ottavio
Lurati Dialetto e italiano regionale nella Svizzera italiana de 1976. El trabajo continúa idealmente
el camino emprendido por Giovanna Massariello en su aportación sobre el dialecto milanés
L’influsso linguistico spagnolo sui dialetti lombardi: elementi lessicali nel milanese de hace más de
veinte años y que hoy en día sigue siendo un punto fundamental de referencia.
El trabajo empieza explicando qué son los préstamos, cómo se pueden reconocer, los tipos
existentes con las motivaciones que inducen a los hablantes a la innovación léxica. Se
analiza en qué medida la lengua que recibe el préstamo lo adapta a su estructura lingüística,
si lo acoge permanentemente o si después de una fase de uso lo sustituye.
En concreto, de los numerosos préstamos españoles que han ingresado al italiano o a los
dialectos, muchos cayeron en desuso, otros fueron relegados sólo a algunos sectores
lingüísticos, como el lenguaje de la cancillería y por último otros que han sobrevivido al
pasar de los siglos y han llegado hasta nuestros días.
Luego se pasa a explicar qué es un calco y los diferentes tipos que existen. Sabemos que el
calco es un recurso neológico muy eficaz ya que permite la adaptación de una palabra en un
lengua traduciendo su significado completo o el de cada uno de los elementos que lo
costituyen; que enriquece el vocabulario y disimula su origen extranjero.
Como en este trabajo se trata de los hispanismos en los dialectos, en el capítulo tres se ha
explicado qué es un dialecto, cómo lo consideran los hablantes y cuál es el papel que
desempeña dentro de una comunidad lingüística.
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En el capítulo cuatro se exponen los principales estudios sobre los dialectos realizados para
distinguir las diferentes áreas dialectales italianas y las caracteristicas principales de los que
se hablan en septentrión.
El capítulo cinco está dedicado al área dialectal lombarda: se explican cuáles son las
caracteristicas generales de los dialectos de ésta área, diferenciando el área oriental de la
occidental aquí estudiada.
A continuación, para explicar el motivo de la presencia de hispanismos en nuestra lengua y
en los dialectos lombardos, se exponen las principales etapas de la permanencia de los
españoles en Italia y sobretodo en el estado de Milán, que duró casi dos siglos. En este
período la influencia de la lengua española se dio a través del comercio, de la burocracia, de
la política, de la religión y de la cultura.
Sucesivamente se analizan los dialectos estudiados.
El primer dialecto que ha sido analizado es el de Milán dado que en su caso, como en el del
dialecto suizo, ya se han podido establecer hispanismos seguros gracias a estudios
anteriores.
Los hispanismos encontrados en el vocabulario de Francesco Cherubini y en los textos
teatrales de Carlo Maria Maggi, recogidos por Massariello están aquí divididos en tres
grupos: los hispanismos presentes sólo en Cherubini, sólo en Maggi o en ambos.
Todo el material ha sido diferenciado a continación sugún los ámbitos de pertenencia:
- términos concernientes la esfera doméstica;
- nombres de plantas y comidas;
- términos buroctraticos, militares y técnicos;
- términos de insulto y epitétos;
- términos de la moda;
- términos concernientes sentimientos, costumbres y comportamientos.
Pero, comparando el corpus de Massariello con los hispanismos italianos recogidos en el
apéndice de Parole straniere nella lingua italiana de De Mauro y Mancini, en el ensayo de
D’Agostino L’apporto spagnolo, portoghese e catalano, en el texto de Beccaria Varietà e settori della
penetrazione spagnola y en Le parole straniere de Zolli, se ha constatado que los hispanismos
recogidos por la autora costituyen un corpus importante pero no exahustivo.
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Además gracias a esta comparación, se han podido encontrar otros hispanismos en el
vocabulario de Cherubini, algunos de los cuales están presentes en los demás dialectos aquí
estudiados.
Otro metodo utilizado para llegar a determinar los hispanismos presentes en el vocabulario
de Cherubini, o en el de Carlo Gambini para el área de Pavía, ha sido la comparación con el
vocabulario de Pietro Monti, concerniente el territorio de la antigua diócesis de Como.
Aunque el estudioso compara los términos dialectales con otras lenguas, entre otras el
español, sin afirmar que sean préstamos, ha sido posible con el auxilio de validos
diccionarios etimológicos (como el DELI, DVT, VSI) determinar hispanismos seguros o
al menos muy probables en el Monti y también en los otros dialectos estudiados.
Dada la gran cantidad de términos que Monti ha confrontado con el español (más de
quinientos términos) en este trabajo no ha sido incluida toda la lista, sino una muestra
significativa: los términos que empiezan por A y B, incluyendo el apéndice y el suplemento
al vocabulario. De estos términos se da la definición del Monti, con la referencia al español,
y se añaden observaciones etimológicas actualizadas. De todas formas los términos de
Monti que no empiezan por A y B y que probablemente o sin lugar a dudas proceden del
español, han sido utilizados en la comparación entre dialectos o incluidos en la tabla de
hispanismos documentados en un sólo dialecto.
Por último se ha tratado el área de Pavía con el despojo del Vocabolario de Gambini. Se ha
procedido como para los demás dialectos, comprobando si los hispanismos presentes en
italiano o en los otros dialectos estaban presentes también allí.
Para concluir, todos los hispanismos encontrados han sido recogidos en dos tablas
diferentes.
Algunos hispanismos han sido recogidos en una tabla comparativa mostrando la diferencia
entre los dialectos, la derivación del español y la presencia de un correspondiente término
italiano.
Los demás, han sido recogidos en una tabla donde se muestran los hispanismos registrados
en uno sólo de los dialectos estudiados, mostrando la derivación a partir del español y el
hecho de que se trate únicamente de un hispanismo dialectal o también italiano.
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INTRODUZIONE
In questo elaborato si è inteso mettere in risalto come l’apporto degli iberismi in
Italia non sia un fenomeno esclusivo della lingua italiana, ma come questi siano
penetrati anche nei dialetti, dove, se più spesso la loro presenza è un tratto comune
con l’italiano, in alcuni casi ne costituisce invece l’unica testimonianza. Alcune parole
sono entrate in italiano non direttamente dallo spagnolo, bensì attraverso la
mediazione di un'altra lingua, di solito il francese, e in qualche caso l’influsso ibero
romanzo consiste solamente nel rinvigorire, con un termine equivalente ma dotato di
maggior prestigio, una voce autoctona. Molti di questi ispanismi sono oggi caduti in
disuso, molti sono presenti solo nelle traduzioni cinque-secentesche di opere
geografiche o in testi di autori influenzati da particolari congiunture di bilinguismo
esasperato.
Alcune parole un tempo di diffusione nazionale oggi si limitano a una presenza di
carattere regionale (per esempio quarto nel significato di ‘appartamento’).
Dal punto di vista diacronico si possono distinguere quattro periodi nella storia dei
prestiti iberoromanzi:
- Periodo dei primi contatti, o della minore penetrazione, comprendente l’età
medievale e caratterizzato dalla quasi assenza di ispanismi e dalla maggior
presenza di catalanismi soprattutto nel sud d’Italia;
- Periodo invasivo o della massima espansione coincidente con la dominazione
spagnola (Cinque-Seicento);
- Periodo recessivo (XVIII secolo) che accentua il calo dei prestiti iniziato già
nelle ultime decadi del Seicento;
- Periodo di ripresa, in crescendo dall’Ottocento, in cui si hanno più iberismi
stabili rispetto al Seicento, fino al boom, più ispanoamericano che spagnolo,
che si verifica a partire dagli anni Sessanta del Novecento.
L’area dialettale presa in considerazione è la Lombardia occidentale, nella
documentazione di alcuni vocabolari dialettali ottocenteschi
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, e il lavoro si colloca
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Con l’unica eccezione della Svizzera italiana, per la quale si è fatto riferimento al volume di Ottavio Lurati
Dialetto e italiano regionale nella Svizzera italiana, Lugano, 1976.
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idealmente sulla strada iniziata da Giovanna Massariello in un suo contributo sul
milanese di più di vent’anni fa
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che resta ancora oggi un punto fondamentale di
riferimento.
Per eseguire indagini sugli spagnolismi milanesi abbiamo un ampio terreno di ricerca
costituito soprattutto dall’imponente corpus raccolto da Francesco Cherubini (1789-
1851) nel suo Vocabolario Milanese del 1839 e dai testi teatrali di Carlo Maria Maggi già
additati come un capitolo in gran parte inedito della storia degli ispanismi in Italia.
Dall’esame del corpus ricavato emerge l’opportunità di un’indagine più ampia le cui
linee, come sottolinea la Massariello
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possono essere così individuate:
- uno spoglio globale dei vocabolari dialettali dell’area lombarda;
- una ricognizione nei testi dialettali secenteschi e settecenteschi;
- un confronto degli elementi lessicali così raccolti con le testimonianze
linguistiche derivanti da materiali d’archivio e gridari.
Come osserva Gianluigi Beccaria
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, molti dei numerosi prestiti caddero in disuso, altri
rimasero relegati solo ad alcuni ambiti d’uso, come il linguaggio della cancelleria, altri
infine sono sopravvissuti al passare dei secoli e sono giunti fino ai giorni nostri.
Essi riguardano svariati settori come l’abbigliamento, la moda, la vita sociale, le
formule di cortesia e gli insulti, i termini militari, dell’amministrazione, ma anche
quelli della vita quotidiana.
La penetrazione dei prestiti della lingua spagnola in Italia raggiunge nel Cinquecento
e nel Seicento il periodo di maggiore influsso.
La finalità di queste prospettive di ricerca è quella di fornire risposte più sicure di
quelle che si possono dare ora ad interrogativi-chiave come:
gli spagnolismi recuperati sono attestati solo nei dialetti e non in italiano? e ancora:
quali rapporti cronologici possono stabilirsi tra gli spagnolismi attestati nei dialetti e
quelli penetrati nella lingua?
2
Massariello Merzagora G., L’influsso linguistico spagnolo sui dialetti lombardi: elementi lessicali nel milanese, in
AA.VV., Elementi stranieri nei dialetti italiani, vol. II, Pisa, 1988, pp. 195-216.
3
Massariello Merzagora, G., op. cit., p. 197.
4
Beccaria G., Spagnolo e spagnoli in Italia. Riflessi ispanici sulla lingua italiana del cinque e del seicento, Torino, 1968,
pp. 21-23.
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Non si riuscirà, tuttavia, ad indagine conclusa, ad eliminare quel senso di
provvisorietà che caratterizza disamine di tal tipo, provvisorietà nello stabilire il
prima e il dopo per le presenze lessicali nella lingua o nel dialetto.
Gli ispanismi raccolti dalla Massariello sono stati divisi in tre gruppi: gli ispanismi
presenti solo nel Cherubini, solo nel Maggi o in entrambi.
Il materiale è stato ulteriormente suddiviso secondo gli ambiti di appartenenza:
- voci legate alla sfera domestica;
- nomi di piante e cibi;
- voci della burocrazia, militari e tecniche;
- voci riguardanti epiteti e insulti;
- termini della moda;
- voci relative alla sfera degli atteggiamenti, dei sentimenti e dei costumi.
Confrontanto però il corpus della Massariello con gli ispanismi italiani raccolti
nell’appendice di Parole straniere nella lingua italiana di De Mauro e Mancini, nel saggio
di D’Agostino L’apporto spagnolo, portoghese e catalano, nel testo di Beccaria Varietà e
settori della penetrazione spagnola, e in Le parole straniere di Zolli, si è constatato che gli
ispanismi raccolti dall’autrice costituiscono un corpus importante ma non esaustivo.
Grazie a questo confronto si sono infatti potuti trovare altri ispanismi nel Vocabolario
del Cherubini, alcuni dei quali presenti anche negli altri dialetti qui analizzati.
Un altro metodo utilizzato per individuare ulteriori ispanismi presenti nel Vocabolario
del Cherubini, o in quello di Carlo Gambini per l’area pavese, è stato il confronto con
il Vocabolario di Pietro Monti, riguardante il territorio dell’antica diocesi di Como.
Anche se lo studioso confronta le voci dialettali con altre lingue, tra cui lo spagnolo,
senza affermare che siano prestiti, è stato possibile con l’ausilio di validi dizionari
etimologici (specialmente DELI, DVT, VSI) individuare ispanismi sicuri o comunque
probabili presenti nel Monti e anche negli altri dialetti.
Data la grande quantità di voci che lo studioso ha confrontato con lo spagnolo (più
di 500), a titolo esemplificativo sono riportate solo le voci inizianti con le lettere A e
B, di cui si fornisce la definizione del Monti con il rifermento allo spagnolo,
accompagnata da osservazioni etimologiche aggiornate.
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Le voci del Monti che non iniziano con A e B e che probabilmente o sicuramente
derivano dallo spagnolo, sono state invece utilizzate nelle tabelle di confronto tra i
vari dialetti.
Si è passati poi all’analisi dell’area pavese con lo spoglio del Vocabolario di Gambini
verificando l’eventuale presenza di ispanismi italiani o degli altri dialetti.
Tutto il materiale raccolto è stato diviso in due tabelle.
Alcuni ispanismi sono stati inseriti in una tabella comparativa mostrando la
differenza tra i termini dialettali, la derivazione dallo spagnolo e la presenza di un
corrispondente termine italiano.
Gli altri, sono stati inseriti in una tabella dove si mostrano gli ispanismi documentati
in uno solo dei dialetti studiati, mostrando anche qui la derivazione dallo spagnolo e
il fatto che si tratti unicamente di un ispanismo dialettale o anche italiano.
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1. IL PRESTITO
1.1 Definizione
Ciò che oggi si definisce convenzionalmente come prestito linguistico, è l’epilogo di
un processo d’interferenza tra due lingue, che si traduce nell’acquisizione per mimesi
da parte di una di esse (che chiameremo lingua replica) di un tratto linguistico che
esisteva prima del contatto in un’altra lingua (lingua modello). Questo processo di
riproduzione e l’effetto che ne consegue si indicano in italiano con il termine Prestito.
Il prestito non è un corpo estraneo, in quanto la presenza occasionale può estendere
progressivamente il proprio dominio d’uso, se inserito in contesti che ne facilitino
l’identificazione semantica, e diventare tratto costitutivo del tesoro lessicale della
lingua. Se poi la stessa parola si adatta alle strutture della lingua replica, essa perde,
nella coscienza sincronica del parlante, il carattere di alterità, perché verrebbe meno la
possibilità di individuarne la provenienza straniera.
È, infatti, ben noto che ogni prestito stabilisce sempre una rete, per quanto limitata,
di rapporti con il sistema linguistico in cui è inserito e finisce quindi con
l’ambientarsi.
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1.2 Riconoscimento del prestito
L’elemento cruciale per il riconoscimento di un fenomeno d’interferenza non è tanto
l’“aspetto straniero” dell’elemento linguistico, ma la circostanza che si possa
dimostrare o almeno rendere plausibile un rapporto d’imitazione ovvero di
dipendenza tra tale elemento e il modello esogeno. Sono ricorrenti termini che
paleserebbero un’origine straniera, mentre invece sono il risultato di una creazione
autonoma al di fuori di qualsiasi influsso esterno. Essenziale nei fenomeni
d’interferenza linguistica è allora il momento mimetico che consiste nell’adeguamento
5
Fusco F., Che cos’è l’interlinguistica, Roma, 2008, pp. 37-40.
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al modello straniero ispiratore o, meglio, nello sforzo originale esercitato dal parlante
per trovare una risposta attiva a tali dinamiche.
L’identificazione di un prestito deve essere il frutto della ricostruzione di un preciso
processo storico in virtù del quale, in una determinata circostanza, un’innovazione
della lingua replica si è ispirata ad un tratto della lingua modello.
1.3 Motivazione del prestito
Quando si parla di motivazioni del prestito, bisogna ricordare che sull’interferenza
agiscono alcuni fattori che condizionano la creazione linguistica.
Tra le motivazioni cruciali che spingono il parlante all’innovazione lessicale, si
riconosce prioritariamente l’urgenza di denotare entità nuove: quando ci si imbatte in
cose e concetti sconosciuti, il parlante si sforza di offrire una giusta designazione
spesso ispirandosi (mediante un prestito o anche un calco) alla corrispondente forma
straniera.
Il prestigio dell’ambiente che fornisce il modello ha un ruolo spesso determinante
non solo nel favorire l’interferenza stessa, ma anche nel contribuire a diffonderne i
prodotti a gruppi sempre più estesi di parlanti. In questi casi ci troviamo di fronte a
prestiti che potremo chiamare, accogliendo la proposta terminologica del romanista
svizzero Ernst Tappolet, prestiti di necessità e prestiti di lusso: i primi sarebbero quegli
elementi lessicali stranieri che sarebbero accolti da una data lingua per colmare un
vuoto lessicale; i secondi sarebbero introdotti per inerzia e per scarsa attenzione da
parte di chi filtra testi e materiali stranieri, nonostante la presenza nella lingua replica
di voci che già designano o potrebbero agevolmente designare la realtà
extralinguistica alla quale è associato il prestito.
Per Paolo Zolli
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la necessità in senso assoluto di un prestito non esiste; ogni lingua
possiede i mezzi per indicare nuovi oggetti o nuovi concetti senza ricorrere a parole
straniere. Viceversa non tutti i prestiti di lusso sono assolutamente “inutili”, in
quanto spesso la voce straniera può contenere delle sfumature diverse da quelle della
parola indigena.
6
Zolli P., Le parole straniere, Bologna, 1991, p. 3.
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L’assunzione di un prestito può essere determinata anche dall’insorgere di fattori
linguistici interni al sistema ricevente, come l’omonimia che si produce in seguito ad
evoluzioni fonetiche oppure un prestito deve la sua fortuna al fatto di essere dotato
di particolare espressività.
Molto importante è anche il ruolo della moda esterofila nel promuovere neologismi
ispirati a modelli stranieri.
Quindi più che ai concetti di necessità e di lusso si deve fa riferimento, per motivare
l’acquisizione di un prestito, ad una chiara valutazione dei fatti in prospettiva
sociolinguistica.
Bisogna quindi tenere conto delle modalità sociolinguistiche di assunzione dei
prestiti:
un prestito sorge in quanto espressione di un’acquisizione individuale che poi si
estende fino a coinvolgere una cerchia sempre più vasta di parlanti e bisogna anche
dare attenzione ai gruppi sociali che, nel corso della storia di una lingua, hanno
accolto determinate tipologie di prestiti.
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1.4 Tipi di prestito
Ci sono diverse modalità e diverse forme in cui una parola straniera può entrare in un
sistema linguistico, vale a dire in forma adattata, in forma non adattata e come calco.
Si suddividono quindi prestiti adattati al sistema della lingua replica (ad esempio
l’inglese train, che entrando in italiano, è adattato in treno) e i prestiti non adattati, che
sono accolti così come sono nella lingua modello (ad esempio dal tedesco Blitz).
Ci sono in ogni caso diversi gradi di adattamento e, tra prestiti adattati e quelli non
adattati abbiamo una vasta gamma di casi intermedi.
L’influsso che le lingue straniere hanno sull’italiano è documentabile, ai giorni nostri,
alla luce della quantità di prestiti non adattati che penetrano nel nostro lessico. È
naturale che un idioma mutui voci ed espressioni da un altro, tuttavia se l’idioma è
forte e saldo le adatta al proprio sistema fonetico, morfologico e lessicale e non le
subisce.
7
Fusco F., op. cit., pp. 41-51.