~ 4 ~ 
 
Introducción 
La elección del tema de esta Tesis está motivada por el interés que 
la novela histórica me ha suscitado, un género literario que se ha 
convertido en una moda  en las últimas décadas, si bien su aparición en 
Europa, y después en España, se remonta al período del Romanticismo. 
En cuanto a la recogida bibliográfica para la realización de mi trabajo, 
han sido fundamentales el material sobre la narrativa histórica 
consultado en la Biblioteca de la Universidad de Sevilla y la 
documentación que me ha facilitado el escritor Luis García Jambrina. 
La novela histórica nació como una necesidad literaria inspirada en 
los ideales románticos, en un período de transformación de los valores 
de una sociedad en manos de la clase burguesa y su nueva visión del 
mundo. Mi trabajo se centra, primero, en definir el género y describir sus 
rasgos a través de los principales estudios realizados sobre el tema por   
György Lukács, Celia Fernández Prieto,  Seymour Menton, Kurt Spang, 
M.  Cristina Pons, Carlos García Gual, Inman Fox y algunos más.  
Prosigo luego haciendo un repaso de la producción de novelas 
históricas desde el surgimiento de este subgénero narrativo. Este se 
produce a finales del siglo XVIII, cuando aflora la nostalgia por el tiempo 
pasado y “el pasado – se considera –no sólo como fuente de
~ 5 ~ 
 
conocimiento sino también como forma de interpretar el presente”
1
. A 
continuación, paso a describir su momento de esplendor a principios del 
siglo XIX hasta el boom editorial de  la narrativa española actual,  uno de 
los fenómenos más relevantes de la historia literaria reciente de España. 
Describiendo la evolución histórica de este subgénero narrativo, he 
intentado ilustrar las etapas y los cambios fundamentales que han 
caracterizado el género, indagando sobre lo que induce, en la 
actualidad, a la mayoría de las editoriales a apostar por un listado de 
novelas históricas que no deja de crecer y que encuentra el favor de los 
lectores. Naturalmente, cantidad no significa inevitablemente calidad: 
hay novelas que se crean para un numeroso público fácil de impresionar, 
y otras que se basan en un trabajo previo de investigación documental. 
¿Qué factores determinan, a partir de los años 70, la proliferación 
de la novela histórica? Y, ¿cómo influye la historia en la configuración del 
presente? Quizá haya una crisis de identidad en la sociedad española 
causada por heridas pasadas. A tal propósito, el escritor Luis García 
Jambrina, de quien me ocupo más adelante, afirma: 
Las crisis individuales y colectivas a veces tienen sus razones en el 
pasado. Yo también soy de los que creen que miramos al pasado para 
conocer mejor nuestro presente. De ahí el interés de muchos lectores 
                                                           
1
 Carmen Díaz de Alda Heikkilä , “ La n o v e la h is tó rica como m ásc ar a. An ális i s d e la n o v e lí s tic a d e J o s é Lu is Samp e d ro ” , Acta s XII, AIH , 1995 (p ágs . 72 -83), Centro Virtual Cervantes, pág. 73. 
Véase: 
<http://cvc.cervantes.es>
~ 6 ~ 
 
por la novela histórica. En España, la vuelta a la novela histórica coincide 
con la consolidación de la democracia, tras cuarenta años de dictadura. 
Una vez conseguida la democracia los españoles necesitábamos 
reconciliarnos de alguna forma con nuestro pasado […].
2
 
Sin duda, la mezcla de géneros es precisamente uno de los rasgos 
más característicos de la novela moderna, elementos de diferentes 
tendencias se mezclan creando narraciones en las que confluyen tanto 
los recursos de la novela culta y popular como los de los subgéneros  
policiaco, de aventura entre otros. Las posibilidades del autor son 
múltiples, puede limitarse a reconstruir una época o puede “establecer 
relaciones con el presente de tipo político, religioso, cultural, 
económico, etc. Saltando a través de los siglos, la novela... se carga de 
connotaciones, mensajes y resonancias absolutamente nuevas que le 
atribuyen una dimensión insospechada”
3
. 
El propósito de determinar los parámetros del género de la novela 
histórica en el contexto de la narrativa reciente, me ha llevado a 
ocuparme de la primera novela histórica publicada por Luis García 
Jambrina, El Manuscrito de piedra (2008). Del análisis de la obra, resulta 
evidente el peculiar cuadro histórico de la Salamanca del siglo XV 
pintado por el escritor que, sirviéndose de sus estudios sobre la realidad 
                                                           
2
 Véase la entrevista que el autor me ha concedido: “Entrevista a Luis García Jambrina”, 
capítulo 3, pág. 153.  
3
 Montero Cartelle y Herrero Ingelmo, De Virgilio a Umberto Eco, citado por Carmen Díaz de 
Alda Heikkilä, ob. cit., pág. 75.
~ 7 ~ 
 
histórica de la ciudad y de su fina invención novelesca, plantea una 
novela protagonizada por un personaje real de fama universal, Fernando 
de Rojas, convertido en un arrojado joven detective durante el período 
universitario salmantino, antes de escribir la obra por la que pasará a la 
historia de la literatura universal, La Celestina. 
Mi trabajo se estructura como sigue. De los cuatro capítulos en que 
se divide, il primero está dedicado al análisis del perfil histórico-crítico de 
la novela histórica; el segundo, al estudio de El Manuscrito de piedra, del 
cual hasta ahora han sido publicadas solo reseñas y entrevistas en 
periódicos (véase el apartado de Bibliografía); el tercero contiene la 
entrevista que me ha concedido su autor, Luis García Jambrina, y el 
cuarto se centra en la exposición y explicación de los datos recogidos en 
el Cuestionario “La novela histórica y los jóvenes españoles”, distribuido 
a un grupo de estudiantes universitarios para comprobar su afición a la 
lectura de este subgénero.
~ 8 ~ 
 
Capítulo Primero 
La NOVELA HISTÓRICA
~ 9 ~ 
 
1.1 La vuelta de LA NOVELA HISTÓRICA ESPAÑOLA 
 
En los últimos cuarenta años se ha hablado de la aparición de 
una “nueva narrativa española” que agrupa a escritores que han 
elegido la prosa de ficción obteniendo el favor del público y de la 
crítica. 
B. Periñán, en su análisis de la crítica española de los últimos 
tiempos, habla de una explosión en los años 70-80 de ocasiones de 
debates críticos para asimilar nuevas metodologías. Se notan una 
mentalidad abierta a la discusión y una voluntad de experimentar que 
hacen pensar en un futuro positivo. Entonces, el país se muestra 
maduro y listo para un confronto literario con los demás países, 
contrariamente a lo que Machado afirmaba, que España “desprecia 
cuanto ignora”
4
. 
Entre las características de esta nueva narrativa mencionamos la 
proliferación de cuentos y novelas, la simplificación de estructuras, la 
diversidad de temas y estilos y el individualismo. El fenómeno se 
presenta como uno de los más importantes dentro de la historia 
literaria del país en la medida en  que, por un lado, parecería poner en 
                                                           
4
 Giovanni Cara, “Navigazioni a vista: aspetti del romanzo contemporaneo”, Artifara n. 2 
(gennaio – giugno 2003), sezione Addenda. Sitio web: 
<http://www.artifara.com/rivista2/testi/navigazione.asp>
~ 10 ~ 
 
primer plano el casi olvidado género de la novela histórica y, por otro, 
suscita una serie de reflexiones en torno a los usos del pasado 
histórico. Muchas veces se trata de géneros impuros, en que rasgos 
de diferentes tendencias se mezclan creando narraciones en las que 
confluyen los recursos de la novela policiaca, de aventuras y de tema 
histórico.
5
 
El boom editorial de  la narrativa española actual es un 
fenómeno bastante tratado por la crítica reciente y, según Fernando 
Valls, afecta el panorama literario contemporáneo: 
Hoy, si se quiere entender la narrativa actual, ya no basta con estar 
familiarizados con la historia literaria, sino que además es preciso 
conocer los mecanismos que utiliza el mercado, ese variopinto 
conglomerado en el que editores, agentes, medios de comunicación 
(crítica incluida) y público lector dictan unas leyes que cada vez tiene 
menos que ver con lo literario.
6
 
Si bien la conversión de la narrativa en materia de mercado era 
algo ya conocido en el pasado, la transformación del tranquilo lector 
en un consumidor tenaz es una novedad. La manifestación de la 
“condición posmoderna” (François Lyotard)
7
 es uno de los 
                                                           
5
 Mar Langa Pizarro, La novela histórica española en la transición y en la democracia, Anales 
de Literatura Española, 17 (2004), págs. 107–120. 
6
 Fernando Valls, La realidad inventada. Análisis crítico de la novela española actual. 
Barcelona Crítica, 2003. Pag. 27.  
7
 F. Lyotard, filósofo contemporáneo y uno de los representantes de la postmodernidad, 
en su importante estudio La condición postmoderna, “tiene por objeto el saber en las
~ 11 ~ 
 
fenómenos que más contribuye a la creación de infinitas posibilidades 
narrativas que se ofrecen al público del posfranquismo. Esta 
condición obliga a redefinir la labor del crítico literario que se ve 
implicado en un difícil trabajo de explicación de la coexistencia de 
intentos catalogadores de la narrativa actual junto a estudios 
interdisciplinares de dicho fenómeno.
8
 Fernando Valls, en su citado 
trabajo de crítica de la realidad cultural actual, precisa:  
Si algo caracteriza a la mejor narrativa española hoy, es la búsqueda 
incesante de nuevos caminos, de nuevos procedimientos para 
mostrar una realidad, la del momento, cada vez más compleja y 
fluctuante. Así, realismo crítico y fantasía, cosmopolitismo y 
enraizamiento e hibridez genérica son algunas de las peculiaridades 
más llamativas de la narrativa de estas dos últimas décadas.
9
 
El tema histórico ha sido uno de los más cultivados en España 
desde los años setenta. La multiplicidad de títulos de novelas 
históricas que podemos observar en las librerías es algo 
extraordinario: unas presentan una reconstrucción del pasado tal 
como realmente fue; otras reflejan el mundo actual a través del 
                                                                                                                                                               
sociedades más desarrolladas”. Esta condición expresa el análisis de la cultura actual y del 
progreso. Nos explica que el desarrollo económico postindustrial ha llevado un nuevo 
paradigma cultural provocando la caída de las concepciones del hombre occidental. 
Lyotard define la cultura contemporánea ‘Postmodernism ecléctico’ por su voluntad de 
absorber diferentes estilos sin considerar su procedencia. El filósofo subraya que la 
explosión de la tecnología de la información y la realidad virtual han aumentado el sentido 
de la diversificación de la experiencia. Jean François Lyotard, La condición postmoderna, 
Traducción de Mariano Antolín Rato, Teorema. Ediciones Cátedras, Madrid, 1987. 
8
 Palmar Álvarez-Blanco y Toni Dorca, “Manifestaciones narrativas en la España del siglo 
XXI: la sostenible perennidad de un género”, Revista Letras Hispanicas, Volume 4, 2007. 
9
 Fernando Valls, ob. cit., pag. 36.
~ 12 ~ 
 
pasado, otras presentan un periodo histórico por medio de los 
crímines y las investigaciones. Probablemente pocos lectores no se 
dejan conquistar por este mundo vario en que se reconstruyen el 
Imperio Romano, la Edad Media, el Renacimiento, la Revolución 
francesa y todos los personajes y hechos históricos que nos han 
impresionado sobremanera.   
Germán Gullón, reflexionando sobre el buen momento que vive 
la novela española actual, atribuye el éxito del subgénero al hecho de 
que a la gente le gusta leer libros donde se explica el pasado. El crítico 
afirma que muchas obras de éxito, aunque careciendo de mérito 
literario, atraen al lector por medio de los datos históricos que 
ofrecen.
10
 
Sobre la cuestión, la profesora Biruté Ciplijauskaité opina que  el 
lector a través de la novela histórica intenta huir del presente. La 
búsqueda de evasión puede ser, por lo tanto, la razón fundamental 
por la que leemos novelas.
11
 Carlos Mata considera este gran auge 
desde otra perspectiva y sugiere que la voluntad de vivir en un mundo 
                                                           
10
 Germán Gullón, “La novela histórica: ficción para convivir”, revista Ínsula, número 641, 
mayo 2000.  
11
 Biruté Ciplijauskaité, Los noventayochistas y la Historia, J. Porrúa Turanzas, Madrid, 1981.
~ 13 ~ 
 
mejor lleva a explorar el universo de sentimientos propios de estas 
creaciones literarias, cuyo valor atemporal es lo que emociona.
12
 
Sea como sea, en las próximas páginas trataremos de 
acercarnos a la definición y evolución de la novela histórica para 
comprender su recorrido hasta el auge actual. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
                                                           
12
 Mata Carlos, “Retrospectiva sobre la evolución de la novela histórica”, en K. Spang, I. 
Spang, I. Arellano y C. Mata, La novela histórica. Teoría y comentarios, Navarra, 1995. Pp. 13-
63.
~ 14 ~ 
 
1.2 Sobre el GÉNERO 
 
No debemos olvidar que una novela histórica es, 
en primer lugar, una novela y, sólo de manera 
secundaria o accidental, es histórica, por lo que el 
adjetivo nunca debe comerse al sustantivo ni 
ponerse por encima de él. Su gran ventaja es que, 
gracias a la invención y la imaginación, puede 
llegar allí donde no llega la Historia, y hacerlo, 
además, de forma más intensa y entretenida. 
[…]Al fin y al cabo, la novela histórica nos permite 
conocer mejor nuestro presente y recuperar la 
memoria del pasado.
 13
 
       Luis García Jambrina 
 
Ya que mi tesis atañe directamente al género de la novela 
histórica, me detendré precisamente en describir sus características 
por medio de los principales estudios realizados sobre el tema. 
Se podría definirla como el género que trata de reproducir 
verosímilmente una determinada época del pasado y que conjuga lo 
real y lo inventado, las técnicas historiográficas y las novelescas. Para 
que la obra se adscriba a este subgénero o pertenezca a la categoría 
de las memorias, los diarios, las crónicas, las leyendas, etc., es 
fundamental el peso que tienen los asuntos históricos y las 
                                                           
13
 Luis García Jambrina, “Defensa de la novela histórica”, El País, 3 de abril de 2010.
~ 15 ~ 
 
pretensiones literarias.
14
  La unión de documentación y ficción se 
encuentra en obras de todos los tiempos porque la escritura desde 
sus comienzos ha servido para fijar lo que a una comunidad le ha 
interesado recordar. Al principio esa “verdad histórica” se componía 
de leyenda y de imaginación, por eso géneros como las crónicas 
medievales, la epopeya y los cantares de gesta se consideran 
antecedentes de la novela de tema histórico.
15
 
Estas líneas introductorias permiten acercarnos al argumento, 
pero claramente son demasiado restringidas para englobar todo lo 
que el género abarca. No cabe duda de que abordar la definición de 
un concepto tan complejo como el de novela histórica no es una tarea 
simple. Como afirma Mª Cristina Pons: 
                                                           
14
 Kurt Spang indica los rasgos principales de los géneros limítrofes de la novela histórica. 
Esta comparación de subgéneros tanto diferentes entre sí da una idea de la complejidad 
del término, sus posibilidades estilísticas y los técnicas que se usan para su estructuración. 
Entre ellos: “el género de las memorias tiene muchos elementos en común con la 
autobiografía, dado que las dos formas giran en torno a una persona y generalmente se 
narran en primera persona. Quizás las memorias se centren menos estrechamente en la 
intimidad subjetiva de una persona y dediquen más espacio al entorno, a las circunstancias 
(…).  El diario es un género “íntimo” como las memorias y versa sobre una persona y sus 
vivencias. Quizá la diferencia más llamativa sea su ordenación más detalladamente 
cronológica que se realiza a través de apuntes (…). La crónica es un género historiográfico 
que presenta hechos históricos en un orden cronológico. (…) se limita a un espacio 
temporal y social reducido (…). Su función es documentar, recordar y ensalzar hechos y 
hazañas memorables. La leyenda también se cultiva en versión literaria y no literaria y es 
quizá el género que más se aleja de la historia documentable, acercándose al ámbito de lo 
mitológico. Con la epopeya y los cantares de gesta empieza la lista de los géneros 
exclusivamente literarios. (…). Son los géneros narrativos más antiguos que tienen que 
ver con la historia aunque plasman un tiempo más bién mítico. (…). Lo hace con figuras 
entre reales y mitológicas y comprendiéndose como directriz de todo un pueblo o una 
cultura.” “Apuntes para una definición de la novela histórica”en La novela histórica, eds. K. 
Spang, I. Arellano y C. Mata, Pamplona, Eunsa, 1995, 65-114. 
15
 Mar Langa Pizarro, ob. cit.