Abstract
Este trabajo final trata de analizar el fenómeno de la violencia de género a través de la
lectura de las obras Algún amor que no mate (1996) de Dulce Chacón, La segunda
mujer (2006) de Luisa Castro y la visión del largometraje Te doy mis ojos (2003) de
Icíar Bollaín.
El interés por este asunto se debe a la curiosidad por identificar las principales
razones por las que muchos hombres ejercen violencia contra las mujeres; aquí además
se trata de hacer hincapié en las tres obras analizadas porque, a pesar de que fueron
publicadas entre la segunda mitad de los años noventa y el comienzo del nuevo milenio,
abordan una cuestión muy actual y difundida. Otro factor importante es la voluntad de
poner de relieve las diferentes formas en las que se manifiesta la violencia y además
describir el impacto del abuso psicológico sobre la salud mental de las mujeres. Por esta
razón, la finalidad principal del trabajo presentado no es solo centrarse en uno de los
problemas más dramáticos de la sociedad contemporánea, sino también, por un lado
delinear las distintas vejaciones para aclarar las principales consecuencias que sufren las
víctimas de violencia de género y por otro intentar esbozar una aproximación al perfil
de los individuos violentos.
Para la redacción de la tesis ha sido necesario profundizar en el fenómeno de los
maltratos a las mujeres mediante la lectura de unos artículos e informes de psicología de
Enrique Echeburúa y Lenore Walker, entre otros, y a través de las informaciones
publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que han analizado la
temática desde diferentes perspectivas. Los aspectos más relevantes encontrados en los
estudios han sido indispensables para establecer un panorama claro y completo de los
abusos cometidos por las tres figuras masculinas que protagonizan las obras, de los
factores de riesgo que favorecen el uso de la violencia y de los cambios tanto de la
personalidad como de la actitud de los personajes femeninos. Al final, con el propósito
de entender los verdaderos motivos que llevan a los hombres a actuar de forma violenta
y a las mujeres a elegir un camino diferente, ha sido fundamental comparar las tres
historias.
La tesis se divide en cuatro capítulos: en el primero se introduce el tema de la
violencia de género desde una perspectiva conceptual, es decir, mediante un conjunto de
datos estadísticos, unas noticias de actualidad y de crónica y la profundización de los
términos que han sido acuñado para referirse a las diferentes formas de violencia.
Después se destacan los aspectos más significativos del proceso de desarrollo del
fenómeno: a partir del origen que reside en el patriarcado, se esbozan las principales
tipologías, las causas y el impacto de los abusos sobre la salud física y mental de la
mujer.
En la segunda sección se intenta reconstruir la personalidad de Dulce Chacón, mujer
inconformista y comprometida con las causas sociales, especialmente con la igualdad y
los derechos del género femenino. Además se destacan las características estilísticas
más importantes de su célebre obra Algún amor que no mate, prestando particular
atención a las voces narrativas, a la ambientación geográfica e histórica y a los
personajes; a continuación se ahonda en su contenido, especialmente en el tema de la
violencia: se analizan no solo los principales mecanismos psicológicos que el
protagonista masculino ejerce contra Prudencia, sino también la personalidad de la
víctima, los daños a su salud y el perfil psicológico del agresor.
En el tercer apartado se esboza una aproximación a la vida de Luisa Castro, escritora
cosmopolita y autora de la novela La segunda mujer; además de sus peculiaridades
estructurales, se analizan todos los aspectos que se relacionan con el fenómeno de la
violencia de género, es decir, las formas de abuso que Gaspar ejerce contra Julia, el
impacto sobre la salud de la protagonista y la personalidad del marido violento.
En el último capítulo se sigue exactamente el mismo esquema: se destacan los
acontecimientos más relevantes de la vida y de la carrera de la directora de cine Icíar
Bollaín; después, además de abordar las principales características estilísticas del
largometraje Te doy mis ojos, se ahonda en el contenido, especialmente en la modalidad
de profundización del tema de la violencia: se destacan los maltratos a los que se ve
sometida Pilar, las peculiaridades y los cambios caracteriales de la protagonista y, al
final, el perfil psicológico del hombre.
Lo que se deduce del análisis de las tres obras son unas cuantas analogías: por un
lado la mayoría de los mecanismos que los hombres ejercen contra la mujer tienen la
finalidad de destruir su salud mental; por otro la decisión final que las protagonistas
toman para su futuro depende de un conjunto de factores sociales, personales y,
especialmente psicológicos. Además, la violencia que surge de los individuos
masculinos se debe a una mentalidad machista que persiste aún hoy en día. En efecto,
como se explica en la parte conclusiva del trabajo, muchas son las mujeres que
actualmente mueren a manos de su pareja o que sufren violencia psicológica; por lo
tanto, considero necesario intervenir con medidas más concretas para contrastar este
fenómeno: una de estas podría ser la creación y la difusión de Centros de Reeducación
para hombres violentos.
8
Introduzione
Questa tesi ha come oggetto di analisi il fenomeno della violenza di genere che verrà
trattato attraverso la novella Algún amor que no mate (1996) di Dulce Chacón, il
romanzo La segunda mujer (2006) di Luisa Castro e il lungometraggio Te doy mis ojos
(2003) di Icíar Bollaín.
Alla base dell’approfondimento di tale questione sono presenti motivazioni di
duplice natura: da una parte, l’interesse per individuare le reali motivazioni che portano
gli uomini a esercitare violenza nei confronti delle donne, a partire da tre opere che,
seppur pubblicate tra gli anni Novanta e Duemila, affrontano una problematica ancora
oggi molto diffusa; dall’altro, la volontà di mostrare non solo le diverse forme che la
violenza assume, ma soprattutto la gravità delle conseguenze provocate dai soprusi
psicologici sulla salute mentale delle donne.
Per questo motivo, l’obiettivo della tesi non è solo quello di affrontare una delle
tematiche più drammatiche della società contemporanea, ma anche di delineare i
principali meccanismi di violenza messi in atto contro la donna per comprendere le
ripercussioni sulla sua personalità e provare a tratteggiare il profilo psicologico degli
individui violenti.
Per la stesura della tesi è stato necessario approfondire il fenomeno della violenza di
genere attraverso la lettura di una serie di articoli pubblicati su riviste di Psicologia da
studiosi che hanno ampiamente analizzato la tematica, quali Enrique Echeburúa e
Lenore Walker, ma anche mediante le informazioni diffuse dall’Organizzazione
Mondiale della Sanità. Gli elementi ricavati sono stati utilizzati per analizzare le tre
opere con l’obiettivo di avere una visione più chiara dei meccanismi esercitati dalle
figure maschili, delle cause che portano allo sviluppo di tale fenomeno e delle principali
conseguenze sulla salute fisica e mentale delle donne. Infine, con il proposito di
comprendere in maniera esaustiva le motivazioni per cui le figure maschili hanno
reagito con violenza, ma soprattutto le ragioni che hanno spinto le protagoniste a
scegliere un diverso destino, si è cercato di mettere a confronto le tre vicende.
La tesi si articola in quattro capitoli: nel primo viene introdotto il fenomeno della
violenza di genere, di cui verrà specificata l’origine, le diverse forme in cui si manifesta,
i fattori di rischio che favoriscono lo sviluppo di tali meccanismi e, infine, le
9
conseguenze fisiche, sessuali, psicologiche e comportamentali che mettono a rischio la
salute della vittima. Nella seconda sezione, dopo la biografia di Dulce Chacón, si
analizzano le caratteristiche stilistiche e il contenuto della novella Algún amor que no
mate, prestando una particolare attenzione al tema della violenza: si cercheranno di
delineare i principali soprusi psicologici esercitati dal protagonista maschile e le
conseguenze sulla personalità di Prudencia; inoltre, nelle pagine successive viene
tracciato anche il profilo psicologico dell’uomo violento. Nel terzo capitolo viene
delineata la biografia di Luisa Castro e, successivamente analizzate non solo le
peculiarità strutturali del romanzo La segunda mujer, ma anche tutti gli aspetti
riguardanti il tema della violenza, seguendo il medesimo schema utilizzato per l’opera
precedente. Per questa ragione verranno presi in esame i principali meccanismi di
coercizione messi in atto da Gaspar, la psicologia e i danni subìti da Julia e, infine, le
peculiarità caratteriali del coniuge. Nell’ultima sezione viene tracciata una
presentazione della vita e della straordinaria carriera della sceneggiatrice Icíar Bollaín e,
in seguito anche gli elementi stilistici e contenutistici del lungometraggio Te doy mis
ojos, prestando attenzione al modo in cui viene rappresentato il fenomeno della violenza
di genere, all’esperienza vissuta dalla protagonista Pilar e al profilo di Antonio.
10
1. “NON CI SONO PIÙ LE DONNE DI UNA VOLTA”: FORME,
CAUSE E CONSEGUENZE DELLA VIOLENZA DI GENERE
1
1.1. Il fenomeno della violenza di genere
Il fenomeno della violenza contro le donne non è una problematica sociale nata negli
ultimi tempi, ma rappresenta un male endemico
2
che trova le sue radici nel passato, in
particolare nella remota, ma, ancora attuale suddivisione dei ruoli di genere. «[…] è un
fallimento della nostra società nel suo insieme»
3
, ha dichiarato il Presidente della
Repubblica Sergio Mattarella, il quale lo scorso venticinque novembre 2021 è
intervenuto con un discorso volto alla sensibilizzazione sui maltrattamenti di genere,
sottolineando che, ancora oggi, viviamo in una collettività «[…] che non è riuscita, nel
percorso di liberazione compiuta dalle donne in quest’ultimo secolo, ad accettare una
concezione pienamente paritaria dei rapporti di coppia»
4
.
Basti pensare che, secondo quanto riportato dal Ministero della Salute in data sette
marzo 2022, le donne nel mondo che sono state oggetto di violenza sono una su tre
5
. Se
invece ci limitassimo all’Italia, le percentuali sarebbero ancora più sconvolgenti: quello
che emerge dall’ISTAT è che il 31,5% delle donne comprese tra i sedici e i settant’anni
ha subìto nel corso della propria vita una qualche forma di violenza fisica o sessuale, in
particolare per il 13,6% delle vittime questi meccanismi sono stati attuati da partner o ex
mariti; anche gli stupri sono stati commessi per il 62,7% dei casi dai loro coniugi
6
.
Dunque, analizzando questi dati è evidente che il fenomeno in questione non interessi in
modo esclusivo solo alcuni paesi del mondo, specialmente quelli meno sviluppati, come
1
Per la stesura del capitolo è stata fondamentale la partecipazione alla Giornata della parità e tempo delle donne
tenutasi il 12 settembre 2022 presso l’Università degli Studi di Milano, in particolare il seminario La minaccia
fantasma di Raffaella Bianchi Riva, Letizia Mancini, Isabella Merzagora, Francesca Poggi e Giusi Fasano
https://lastatalenews.unimi.it/eventi/minaccia-fantasma.
2
Rosa Di Matteo, «La violenza maschile sulle donne: un male endemico», in Il Mattino, 2022,
https://www.ilmattino.it/polis/la_violenza_maschile_sulle_donne_un_male_endemico-6923954.html [consultato il
20/09/2022].
3
Ansa, «Mattarella, violenza contro donne è fallimento di tutti»,
https://www.ansa.it/sito/notizie/topnews/2021/11/25/mattarella-violenza-contro-donne-e-fallimento-di-
tutti_b860ada0-8e2d-4abe-adcb-9bcde1a15cdb.html [consultato il 20/09/2022].
4
Ivi.
5
Ministero della salute: Salute della donna, «Violenza sulle donne», 2022,
https://www.salute.gov.it/portale/donna/dettaglioContenutiDonna.jsp?id=4498&area=Salute+donna&menu=societa
[consultato il 20/09/2022].
6
Istat, «Il numero delle vittime e le forme della violenza», https://www.istat.it/it/violenza-sulle-donne/il-
fenomeno/violenza-dentro-e-fuori-la-famiglia/numero-delle-vittime-e-forme-di-violenza [consultato il 20/09/2022].
11
qualcuno potrebbe erroneamente pensare, ma è chiaro che sia una problematica che si
estende a livello internazionale. Inoltre, nessun’altra condizione sociale come povertà,
consumo di alcol o droga e mancanza d’istruzione, diffuse principalmente tra i ceti più
poveri, sembra essere relazionata con lo sviluppo della violenza di genere; infatti, come
afferma Rosa di Matteo, sociologa e coordinatrice del Centro Antiviolenza nel comune
di Napoli, «le vittime e i loro aggressori appartengono a tutte le classi sociali o culturali,
e a tutti i ceti economici»
7
.
Considerando le informazioni fornite dal rapporto ISTAT, invece, è doveroso
prestare attenzione ad altri aspetti che emergono rispetto a questa problematica: da un
lato, si può affermare che coinvolge pressoché tutte le fasce d’età, ma dall’altro si
evince che la maggior parte degli aggressori sono conoscenti delle vittime, amici,
parenti, ma, soprattutto fidanzati, partner o ex mariti. Quello di Alessandra Matteuzzi,
ad esempio, è solo l’ultimo caso di femminicidio che ha indignato e sconvolto il nostro
paese: si tratta di una donna di cinquantasei anni di Bologna che è stata uccisa a
martellate dal suo ex fidanzato, precedentemente denunciato per stalking. Lui, invece,
un giovane calciatore professionista e fotomodello, conosciuto per la sua passione per il
calcio, ma non per essere un individuo incline alla violenza
8
. Questo perché, con il
termine violenza, ancora oggi si fa molto spesso riferimento ai soli soprusi fisici oppure
sessuali, quelli che, solitamente, lasciano dei segni inconfondibili sul corpo delle donne
o, nei peggiori dei casi, le conducono alla morte. Ma cosa accade prima che si manifesti
questa brutale reazione? Possiamo affermare con certezza che questa tipologia di
coercizione insorga da un momento all’altro senza che l’uomo abbia mai mostrato
atteggiamenti violenti di altra natura? Chiaramente no. Come afferma Sandra Sammali:
«Non ci sono violenze fisiche senza una violenza psicologica al principio di tutto
[…]»
9
. All’origine, dunque, c’è un’altra forma di violenza, quella che è stata definita la
minaccia fantasma poiché non lascia lividi sul corpo; si nutre piuttosto di un’idea
culturale sbagliata sulla figura della donna e soprattutto della posizione di sottomissione
che dovrebbe mantenere all’interno delle relazioni interpersonali che, ancora oggi
7
Rosa di Matteo, «La violenza maschile sulle donne: un male endemico».
8
Il Resto del Carlino, «Alessandra Matteuzzi, la 77esima vittima di femminicidio in Italia nel 2022: la scheda», 2022,
https://www.ilrestodelcarlino.it/bologna/cronaca/alessandra-matteuzzi-femminicidi-2022-1.8010326 [consultato il
20/09/2022].
9
Sandra Sammali, «Dalla violenza psicologica al femminicidio: il passo è breve», in Il Quotidiano Italiano, 2021,
https://www.ilquotidianoitaliano.com/2021/11/25/dalla-violenza-psicologia-al-femminicidio-il-passo-e-breve/
[consultato il 20/09/2022].
12
persiste a livello sociale. Da questa concezione scaturisce una serie di altri meccanismi
che, solo in un secondo momento assumono la forma di soprusi fisici, tra cui schiaffi,
pugni o, come nel caso dell’omicida di Alessandra, martellate. Purtroppo, attualmente è
ancora poca la visibilità e l’importanza che riceve la violenza psicologica; basterebbe
esaminare i dati ISTAT oppure quelli del Ministero della Salute, citati in precedenza,
per rendersi conto che questa tipologia non viene presa in considerazione: infatti, nei
vari rapporti annuali oppure nelle statistiche mancano le percentuali relative a questo
fenomeno.
Ciononostante, numerosi e significativi sono i progressi ottenuti grazie al contributo
delle varie associazioni femministe che, da molti anni si battono per i diritti e la parità di
genere, ma soprattutto per la tutela delle donne. Per citarne uno, il movimento Me Too,
nato nel 2006 dall’attivista Tarana Burke proprio con l’obiettivo di portare alla luce casi
di violenza sessuale e molestie di vario genere subìte dalle donne. Nel 2017 si è poi
trasformato nel famoso hashtag, grazie al quale sono state rese pubbliche e diffuse,
proprio sui social, le innumerevoli testimonianze di celebrità del cinema hollywoodiano
che sono state vittime di abusi. In poche ore #MeToo ha fatto il giro del mondo ed è
stato tradotto in differenti lingue; in Italia si è iniziato a parlare di questo movimento
proprio nel 2017 grazie all’impegno di Gina Lollobrigida e Asia Argento, le attuali
rappresentanti
10
.
La facilità e la velocità con cui questo termine si è diffuso è un chiaro esempio di
quanto sia esteso il fenomeno; allo stesso modo non stupisce il fatto che, nel corso degli
anni, sono state coniate diverse espressioni per alludere alla violenza di genere, ma
soprattutto per far conoscere quelle che sono le diverse forme in cui si manifesta. Il
primo è Gaslighting, utilizzato per indicare «un processo di manipolazione di una
persona con l’obiettivo di farla dubitare di se stessa e della sua sanità mentale»
11
; si
tratta di una forma di abuso emotivo in cui la donna subisce un vero e proprio lavaggio
del cervello da parte del coniuge, il quale nega le affermazioni sostenute dalla sua
vittima per convincerla della veridicità delle proprie e mantenere, in questo modo, il
controllo mentale e fisico su di lei
12
. Il Mansplaining ovvero quella forma di abuso che
10
Andrea Barsanti, «#MeToo: a 4 anni dalla nascita del movimento, ecco perché non dovremmo smettere di
parlarne», in The Wom, 2021, https://www.thewom.it/culture/womfactor/me-too-storia [consultato il 20/09/2022].
11
Maria Gazzotti, «Gaslighting», in State of Mind, il giornale delle scienze psicologiche,
https://www.stateofmind.it/gaslighting/ [consultato il 20/09/2022].
12
Ivi.